“A LOS VENEZOLANOS NOS HAN ETIQUETADO POPULISTAMENTE SOLO COMO NECESITADOS Y DELINCUENTES”

La presidenta de la ONG Veneactiva, Nancy Arellano conversó con EXTRA para comentarnos sobre la labor que vienen realizando venezolanos y peruanos profesionales, en pro de la integración “en medio de la peor crisis humanitaria de Latinoamérica en este siglo” y de lo que califica como “xenofobia selectiva: al extranjero pobre, enfermo y/o con un color de piel distinto” reclamando que “es responsabilidad de los medios y de algunos actores políticos quienes nos han etiquetado populistamente solo como necesitados y delincuentes”.

  • ¿Qué es Veneactiva?

Es plataforma creada por un grupo de mujeres profesionales venezolanas para apoyar a los migrantes vulnerables y en beneficio de las comunidades receptoras, apostando a la integración real. Los migrantes  estamos en una desventaja natural en el país receptor: “no somos ciudadanos”; somos una suerte de “huéspedes”. Entonces, en medio de la peor crisis humanitaria de Latinoamérica en este siglo, no se trata de un visitante-turista clase A; sino de seres humanos despojados de derechos en su propio país y que buscan salvaguardar su vida, huérfanos de Estado. Es una migración obligada, la mayoría son desplazados forzados. Yo llegué hace 8 años, y ser venezolano en aquel tiempo no era epíteto de delincuente ni de problema, como ahora. Me preguntaban más bien ¿Por qué Perú? Como si fuese extraño escoger Perú voluntariamente. Yo me enamoré del potencial del Perú y sí elegí emigrar, como todos los que emigramos antes de 2016, los que vinieron después, no tuvieron opción.

  • ¿Qué piensas de lo que hacen esos venezolanos que se han convertido en un problema de delincuencia para el Perú?

Lo mismo que pienso de los peruanos, colombianos, panameños o chilenos… de la nacionalidad que sean… que son delincuentes y que la justicia debe alcanzarlos. Mira, habrá 800, 1000, 1200 delincuentes en una población de más de 1millón. Eso quiere decir que el 99,9% de los venezolanos en Perú somos personas honradas; la cifra es Colombia es casi exacta, no es casualidad.  En el Perú el más o menos el 0,2% de la población está en condición de privados de libertad. De la comunidad venezolana aquí, hablamos del 0,08% que está en esa condición. Es decir, proporcionalmente es menor que los locales. ¿Por qué? No tiene que ver con la nacionalidad, aclaro,  sino porque en Venezuela el delincuente es impune, es socio del “Estado”, la Ministra de Penales los protege y consiente. Aquí no, aquí el delincuente paga. Así que ¿Para qué va a salir el delincuente si allá tienen un “paraíso del crimen”?  El que sale es la víctima del hambre, miseria y crimen que ha creado un régimen a todas luces violador de DDHH. Los venezolanos, como comunidad, nos comportamos exactamente igual a los peruanos, con la diferencia del temor de una gran mayoría de sabernos no-ciudadanos, y de sentir que pueden discriminarnos solo por el hecho de venir de otro lugar.

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  • ¿Es decir que para ti el delincuente extranjero es una excepción? ¿Cómo decir eso con tantas noticias que hay de delincuencia de extranjeros, no crees que hay subregistro?

Simplemente veamos el comportamiento en toda la región. Veamos Colombia, Ecuador, Chile, Brasil… no nos quedemos solo con Perú. Como te decía antes, el comportamiento mayoritario, de más del 99,9% es sostenido. Eso no es casualidad. Hay es por el contrario una sobreexposición del delito cometido por un grupo de sujetos, los medios de comunicación y algunas lamentables medidas del Estado han generado contradictoriamente esta imagen de la inmigración venezolana. La estadística es lapidaria: en denuncias, el 1,8% del total hechas en Perú; y los denunciados serían el alrededor del 1,02% frente al total de venezolanos en Perú. Las denuncias hechas entre peruanos —o a peruanos— representan más del doble proporcionalmente, es decir sobre el 2,23% sobre el total de la población actual.  La primera causa de denuncia a venezolanos es violencia intrafamiliar, que no es algo de lo que sentirse orgulloso y que trae consigo todo un diagnóstico multidimensional de ese comportamiento; retos para la comunidad peruano-venezolana. La delincuencia la vivimos todos los que estamos en el territorio, no tiene nacionalidad y debe tener el peso de la ley. Mira el caso de Trujillo, un inocente venezolano acribillado por un presunto marca que cobraba cupos. ¿Sabes cómo reseñan los medios eso? “Joven comerciante es asesinado” ahí no colocan joven extranjero, o venezolano. Entonces somos “extranjeros” o “venezolanos“ para ser criminales, pero somos simplemente “joven comerciante” para ser víctimas. Hay una xenofobia selectiva: al extranjero pobre, enfermo y/o con un color de piel distinto; y es responsabilidad de los medios y de algunos actores políticos quienes nos han etiquetado populistamente solo como necesitados y delincuentes.

  • ¿Y qué está haciendo Veneactiva para atender los problemas de su comunidad?

Veneactiva tiene una consigna clave “los venezolanos somos parte de la solución” y nuestro lema es “¡avancemos juntos!”.  Queremos que se vea la cara productiva, cooperativa, e involucrada de la migración venezolana. No somos solo entes pasivos, sufridos y necesitados. Si, en efecto la mayoría ha venido con pocos recursos económicos, pero con un capital en formación, experiencia y conocimientos valiosísimo para contribuir activamente. Mira nada más a los más de 5,000 venezolanos en primera línea de lucha contra el COVID19. ¿Cuánto ha costado formar ese personal al Perú? Nada en términos formativos, ha sido la ganancia inmediata del acto solidario. El capital humano venezolano presente aquí está valorado por el BID en más de 2500 millones de dólares.  Y por eso se creó, gracias al apoyo de la Embajada legítima de Venezuela y la Embajada Británica, el programa Valiosos.org una plataforma de empleo para la integración productiva, formal y segura. Por otro lado, con la GIZ, hemos activado la línea gratuita 0800-80212 para atención de migrantes por migrantes, y abierta a toda la comunidad si desea alguna información sobre la migración; hay que combatir la desinformación. También está Venemprende, un programa junto a CEDRO y gracias a GIZ, de formación, formalización y acompañamiento a emprendedores venezolanos. Venetaxi y VeneSalud son programas, junto a la empresa privada, para brindar productos y servicios pagos, adaptados a las necesidades de la migración venezolana. Ahora estamos trabajando en VenEscuela, para impactar en la reinserción escolar y en VeneCrédito, también de la mano con la empresa privada, para insertar en el sistema financiero a los microempresarios y microempresarias venezolanas. Una migración segura, ordenada y regular; esa es la clave.

¿Y cuál financia el Estado peruano?

Ninguno. Estos programas no vienen financiados con fondos públicos del Perú. Los financia la cooperación internacional, fondos internacionales destinados expresamente a atender la situación de la migración y de las comunidades de acogida; y en otros casos, como los que implican a la empresa privada, son convenios que responden a un enfoque de autosostenibilidad. Cooperamos con entidades del Estado, mantenemos una relación, con miras a la integración, con la Municipalidad de Lima, Surquillo, entre otras. Pero el rol de financiamiento económico en nuestro caso, es de la Unión Europea, la Cooperación Alemana a través de su socio implementador GIZ en Perú, de la Konrad Adenauer, USAID a través de Woccu, entre otros.

¿Y cómo han logrado que la Cooperación le apoye?

Las agencias e implementadores, realizan acuciosas evaluaciones a las propuestas, al personal técnico y profesional y hacen control a la ejecución. Hoy sumamos más de 23 colaboradores, profesionales de la sociología, psicología, economía, gestión pública, comunicación, recursos humanos, administración e ingeniería; venezolanos y peruanos. Nuestra oferta es ser un aliado técnico con obvias y profundas convicciones de impactar positivamente a través de programas útiles y sostenibles. Además tenemos aliados locales clave y valiosísimos con los que estamos profundamente agradecidos como CEDRO, el Instituto de Estudios Socialcristianos e Hijos del Padre Pío, organizaciones que nos han dado la mano y creído en nosotros como socios y parte de la red de asistencia. La propia comunidad migrante se ha ido fortaleciendo con el Consejo de Residentes Venezolanos en Perú, con más de 52 CDRs locales con quienes hemos trabajado en coordinación con la Embajada de Venezuela, el Embajador Scull y donantes de la propia comunidad. Hay más organizaciones venezolanas articuladas con la Cooperación como APPV, Ocasiven o UVP y decenas en provincia como Asoventru, Ángeles del Camino, Venezolanos en Piura, Ica, Huancayo, Tacna o Pisco, por ejemplo; cada una con un enfoque diferenciado, y en la mayoría de los casos, complementario.

¿Qué beneficio tendría eso para los peruanos?

Hoy somos vecinos, compartimos el espacios, la convivencia es tarea de todos. Ser “ciudadano” es una condición que te permite disfrutar de todos los derechos y obligarte a todos los deberes. Ser migrante es más como adquirir todas las obligaciones y tener parcialmente derechos, es la realidad. Así que respecto a cómo se beneficia el Perú, pues en todo. Los extranjeros que viven en Perú pagan impuestos (mínimo IGV, luego renta), además arriendo, comida, agua, luz, vestimenta… Somos una ampliación del mercado de consumo. Así sea con el dinero que entra por la vía de la cooperación, para el caso de las asistencias humanitarias; o del trabajo cuya ampliación de plazas se produce naturalmente a partir del incremento del consumo/clientes;  y que aún  no ha tenido su auge, justamente por las barreras a la integración.  El Banco Mundial estima que la migración aportará (descontando el costo fiscal) el 0,23% del PBI, ingreso fiscal neto, en promedio, entre 2019 y 2025. Por ejemplo eso en 2019, para tomar un dato fuera de la pandemia, significó un aporte neto de S/ 1 mil 235 millones de la comunidad venezolana al Estado peruano. Y puede llegar a más de 3mil millones/año para 2025. Solo hace falta avanzar seriamente en la integración sin prejuicios.

Mucha gente se pregunta si no es más fácil que retornen a luchar por su país. ¿Qué responderías?

¿Le preguntarían eso a los judíos en la época del nazismo? ¿Le preguntarían a Einstein, Freud o Thomas Mann porqué no tomaron un fusil y defendieron su patria? Los venezolanos hemos luchado desde hace 20 años, con todo: marchas, protestas, elecciones, ganamos el legislativo y no respetaron la división de poderes. Es un enfrentamiento desigual por demás. No se puede pedir a los civiles desarmados que asumamos el rol de enfrentar a un aparato criminal, con mafias, narcotráfico, armas de guerra… los que defendemos los derechos humanos ejercemos nuestro rol con las armas de la democracia, la conciencia, la voz, el trabajo y la incidencia. No se puede pretender convertir a los venezolanos en una suerte de guerrilla de liberación nacional, ¿a niños en soldados?. Nosotros pedimos es que los militares venezolanos honren el juramento que hicieron; que la comunidad internacional cumpla el rol que le corresponde; el rol que se supone quedó de lección luego del horror de la II Guerra Mundial y que está descrito en los instrumentos internacionales.

¿Y de cara a las elecciones algún mensaje para los candidatos?

Que identifiquen el problema real, la causa de la emigración de Venezuela, y sobre todo que no usen la desgracia de las personas para hacer titulares. Los sesgos xenófobos de algunas declaraciones son terribles. Los proyectos de ley como el del congresista de la bancada Nueva Constitución, de la bancada de Podemos Perú o de Acción Popular en los últimos meses, son retrógrados y discriminantes, fuera de contexto estadístico y en materia de tratados internacionales además de inconstitucionales. Con una evaluación costo-beneficio sesgada, populista y poco técnica. Algunos insisten en “expulsar a extranjeros delincuentes” como si hubiera alguna novedad al respecto, eso está así en las normas vigentes. Nosotros somos suramericanos, con pueblos amazónicos, con un pasado común, con migraciones por necesidad, con más de 350,000 peruanos que vivieron o nacieron en Venezuela, con una culturas nativas y occidentales mestizas muy parecidas, con valores de democracia y DDHH que imponen responsabilidades a los actores políticos.  Somos personas y una comunidad binacional que crece día a día por matrimonio, por hijos, por amistades, por relaciones laborales. Por mercado y humanidad.

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