Alan García y las veces que se libró de la muerte

El expresidente Alan García Pérez y líder aprista, desde muy joven tuvo una vida política muy agitada. Fue diputado constituyente a los 30 años en 1979, dos veces presidente y perseguido político durante el Gobierno de Alberto Fujimori y aún ahora después de su muerte siguen tejiéndose diversas historias.

La primera vez que se libró de la muerte Alan García, fue durante el Golpe de Estado el 5 de abril 1992. Ese mismo día, mientras Alberto Fujimori daba su discurso en televisión nacional, el Ejército trató de detener ilegalmente a García en su domicilio.

Según testimonio de Jorge Del Castillo, el gobierno de Alberto Fujimori entre (1990-2000), habría intentado asesinar en 1992 al expresidente García, quien aseguró que esa operación habría sido ejecutada por miembros del escuadrón de la muerte, Colina.

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Del Castillo contó todos los detalles de esa noche, cuando declaró como testigo en el juicio contra el ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000) por violación de los derechos humanos, el 19 de enero de 2008.

Él comenzó su relato, contando que la noche del golpe de 1992 se encontraba en la casa de Alan García, cuando los policías que custodiaban la vivienda, entraron muy preocupados para avisarles que los militares estaban comenzando a rodear la zona.

Alan García: escapa por los techos con dos pistolas en mano

“Por un altavoz exigieron que Alan García saliera a la calle con las manos en alto. Desde dentro de la casa respondimos disparando al aire. Ellos dispararon contra la fachada de la casa. Eso ocurría mientras Fujimori daba su mensaje anunciado el golpe”, recordó Del Castillo.

“Alan García tomó dos pistolas y salió de la casa trepando el muro de la parte posterior. Yo me quedé para ganar tiempo mientras él se ponía a salvo. Alan García me llamó por un teléfono celular y me dijo que estaba en un lugar seguro y que ya podía abrir la puerta”, continuó.

Los militares, que llevaban pasamontañas, entraron en la casa, desarmaron a los policías y pusieron a todos contra una pared. Revisaron toda la casa. “Me tiraron al suelo, me amenazaron y me golpearon, mientras me preguntaban dónde estaba Alan García. El objetivo era asesinarlo”, aseguró Del Castillo, quien fue encapuchado llevado a un cuartel del ejército para liberarlo cuatro días después.

Después del autogolpe, Alan García habló desde la clandestinidad a la televisión española (TVE), en aquella entrevista contó que huyó porque si él se quedaba en casa, sus hijos corrían peligro. “Estaba en un edificio en construcción, veía como era detenida mi esposa. Estuve 48 horas situado en un edificio. Una amiga me dio la posibilidad de pasar a otro lugar”, dijo en aquel entonces.

Alan García: El mundo de Maquiavelo

Alan García permaneció en la clandestinidad hasta el 1º de junio de 1992, cuando pidió asiló en la embajada de Colombia y después viajó a Bogotá donde se le otorgó el asilo político junto con su familia.

García contó parte de su historia en el libro “El mundo de Maquiavelo”, donde revela que Juan Carlos Hurtado Miller, el presidente del primer consejo de ministros de Fujimori y quien había sido también su ministro de Economía lo ayudó a escapar

Según Hurtado Miller, García se refugió en su casa desde el primer día. Su esposa lo había mandado al patio a ver por qué su pastor alemán ladraba tanto y lo que se encontró fue al expresidente, muy nervioso, sobre una pared, que le dijo: “Oye, agarra a tu perro, ¡qué me va a matar!”.

El exministro afirmó que el gobierno sabía que García estaba en su casa y que se lo habían comunicado. Aun así, este pudo burlar la seguridad militar, refugiarse en la embajada de Colombia, con miembros de su partido hasta que al fin, tras nueve semanas en la clandestinidad, logró ingresar el 31 de mayo en la embajada colombiana en Lima.

Alan García: exiliado en Bolivia y Francia

Pocos días después, marchaba al exilio en un avión de las fuerzas armadas colombianas, rumbo a Bolivia que le brindó asilo político, días después llegaría su esposa y sus cuatro hijos que aún eran menores de edad.

Del Castillo denunció en el 2008, ante los jueces, que el gobierno de Fujimori envió a Colombia al mayor Santiago Martín Rivas, jefe operativo del escuadrón de la muerte Colina, con la intención de seguir a García y eventualmente asesinarlo. “Por eso García se fue a Francia”, señaló el primer ministro.

Por seguridad, Alan García se quedó en Francia, donde vivió gran parte de su exilio, llegando a ser amigo del presidente francés François Mitterrand. Retornaría al Perú el año 2001 tras la caída del fujimorismo.

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