10 LUGARES MALDITOS PARA PASAR UNA NOCHE DE TERROR

Cada vez que sonaba la música de Cuarto Milenio sabíamos que llegaban historias oscuras llenas de fantasmas, espíritus y terror. A través de sus cámaras, descubrieron los horrores del hospital del Tórax o de las misteriosas caras de Bélmez. Además de Cuarto Milenio, hubo programas como Milenio 3, de radio, o la docuserie Dark Tourist, de Netflix, entre otros, que investigaron estos lugares cargados de tinieblas y secretos. Por eso mismo, rescatamos entre todas estas cintas audiovisuales los 10 sitios más siniestros que se esconden por todo el globo. Asesinatos, apariciones, muertes, fantasmas, demonios… en estos lugares encontrarás historias terroríficas para llenar tus pesadillas hasta el año que viene.

  • Belchite (Aragón)

Gritos, llantos, niños buscando a sus padres, madres desconsoladas al haber perdido a sus hijos. Según dicen, estas voces todavía se escuchan a través de psicofonías en las ruinas de Belchite. En esta población aragonesa murieron 5.000 personas durante la Guerra Civil a manos de la aviación militar que, en pleno conflicto, bombardeó sin compasión las zonas de frontera bélica. Hoy en día, en las psicofonías se siguen oyendo los lamentos y el tormento de todas estas víctimas.

En las ruinas se mantienen en pie las fachadas, balcones, torres de las iglesias y una cúpula. Sirven como recordatorio del horror que se vivió en el momento y que se sigue viviendo en los países en guerra. Belchite es visitable, con opción de tour nocturno. Es en teoría, entonces, cuando se pueden presenciar los fantasmas que todavía no han superado la trágica historia del pueblo.

  • Ochate (Burgos)

Uno de los lugares más misteriosos de España, del cual solo se conserva una ermita, una torre y unos pocos muros. Poco se sabe de este poblado abandonado, los únicos estudios serios apuntan que fue creado como vía comercial y se abandonó cuando se cambió la ruta. Sin embargo, la leyenda negra dicen que fue víctima de tres epidemias infecciosas que acabaron con la vida de sus habitantes. Hoy en día es un sitio con muchísima actividad paranormal: se avistó un ovni, se han dado materializaciones de espíritus y hay numerosas psicofonías, una de las más populares la de una niña que grita kanpora (‘fuera’, en euskera).

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  • Preventorio de Aguas de Busot (Alicante)

Desde época romana fue utilizado como balneario para aprovechar las aguas termales de la zona. Sin embargo, su actividad quedó interrumpida en 1936 con la Guerra Civil, y pasó a ser un centro de niños tuberculosos. Se creó mucha leyenda negra en torno a este edificio: por ejemplo, se dice que su subsuelo está lleno de túneles que se usaron durante la Guerra, o que murieron centenares de niños que encantaron sus pasillos. Es un lugar popular en España para sesiones espirtistas, según sus asistentes, la psicofonías son muy gratificantes. Parece que todavía quedan muchos fantasmas.

  • Hospital Changi (Singapur)

En 2017 vieron la silueta de una enfermera paseando a un bebé en sus brazos. Una estampa muy normal en un hospital si no fuera porque lleva veinte años abandonado. Este recinto, “el lugar más encantado de Singapur”, como suelen llamarlo, se dice que está embrujado con las almas de los soldados japoneses que murieron durante el colonialismo nipón de Indochina. Según dicen los rumores locales, una ouija o una psicofonía aquí desemboca en una orgía de gritos, voces y violencia extrasensorial.

  • Isla de las Muñecas (México)

Al sur de la Ciudad de México, en Xochimilco, hay una zona con canales e islas. Una de ellas destaca por su tenebrosidad: de sus árboles y edificaciones cuelgan centenares de muñecas tenebrosas llenas de mugre. En este lugar encantado vivió Julián Santana Barrera durante un cuarto de siglo. Según cuentan los que le conocieron, un día Julián se encontró con el cadáver de una niña que murió en los canales. Desde entonces, cada noche se le aparecía el fantasma de la niña, llorando, y él para apaciguarla iba colgando muñecas por toda la isla. En 2001, su sobrino se lo encontró muerto de un ataque de corazón en los canales. Según le dijo, “la sirena del río” se lo quería llevar a las profundidades.

  • Aokigahara, el mar de árboles (Japón)

En el Japón feudal del 1800 ocurrieron duras hambrunas y epidemias que azotaron la población más vulnerable. Para sobrevivir, abandonaban los miembros que ‘menos aportaban’ a la familia (ancianos y niños pequeños) en el bosque de Aokigahara. Así, se empezaron a conjurar las historias que aseguraban que en este ‘mar de árboles’ vivían los espíritus de estos abandonados. Con el tiempo, se construyó la idea de que era un lugar ideal para morir y se convirtió en la meca de los suicidios.

Hoy en día, unas 100 personas se suicidan anualmente en el bosque y es el segundo lugar del mundo con más suicidios, después del Golden Gate de San Francisco. Aunque se le conoce porque es, probablemente, uno de los lugares donde más almas tristes y desdichadas han muerto, se hizo muy popular en 2018 por el polémico video del youtuber Logan Paul, que hizo un ‘documental’ (por llamarlo de alguna forma) con imágenes de japoneses suicidándose en pleno bosque.

  • Isla de Poveglia (Italia)

Se la conoce en Venecia como la ‘isla del no-retorno’. Desde la época romana se utilizó para aislar a personas con enfermedades contagiosas —peste, tuberculosis, lepra—. Durante la epidemia de la peste bubónica murieron 160.000 personas en la isla, y todavía hoy la corriente arrastra huesos hasta las redes de los pescadores que se acercan. Por eso, algunos han llegado a decir que la isla está podrida porque todo su suelo está lleno de huesos y restos humanos. Aunque permaneció deshabitada desde la edad del Renacimiento, en el 1900 fue usada para albergar un centro psiquiátrico. El director del centro acabó suicidándose, en teoría, por todos los espíritus que allí habitan.

Hoy en día el centro sigue cerrado y no se puede visitar. Los pocos que han podido colarse aseguran que en el ambiente se respira un profundo ambiente de muerte, podredumbre y lamento. Una isla que crea angustia en cuanto pones un pie en tierra firme.

  • Hotel Salto de Tequendama (Colombia)

Este antiguo hotel está al borde de un precipicio frente a la maravillosa cascada del Salto de Tequendama. Abrió sus puertas en 1928 y acogió a las élites del país hasta que la contaminación del río le arrebató el encanto a este paisaje natural y dejaron de acudir los turistas en masa. El edificio, en desuso y con sus ventanas apuntando al vacío, rápidamente se convirtió en un punto ideal para que los suicidas acabasen con su vida.

Cuando llegó la moda urbex, explorar espacios abandonados, muchos exploradores que llegaban a este edificio se encontraban con otros visitantes que saltaban desde las ventanas. Al ir al buscar al cadáver, no había nada. Según la leyenda negra, eran las almas de aquellos que se suicidaron aquí, condenadas toda la eternidad a lanzarse por la ventana sin poder aliviar el tormento que les llevó a hacerlo en primer lugar. Hoy en día el edificio se ha recuperado para albergar un museo sobre la contaminación del río, aunque según dicen los más creyentes, los espíritus siguen.

  • Hotel Banff Springs (Canadá)

Lo interesante de este hotel es que es el único sitio de la lista que sigue en uso. En este lujoso hotel —con precios en las habitaciones que rondan los 200 € de media—, ha habido diversas apariciones. La más frecuente, la de un botones que trabajó durante 50 años y que suele interactuar con los huéspedes, enseñándoles sus habitaciones. La segunda, la más tenebrosa, la que tiene que ver con la habitación 873, que ya no existe, donde una familia fue asesinada. Cuando el personal del hotel fue a limpiar la habitación después de la investigación policial, aparecieron las huellas de una niña en el espejo. Las limpiaban pero volvían, así que el hotel decidió tapiar la habitación. Hoy en día se dice que se ha encontrado en el pasillo a los espíritus de la familia buscando su cuarto.

  • Casa Boleskine (Reino Unido)

Esta casa cerca del Lago Ness hoy está casi destruida por un incendio de 2015. Sin embargo, las malas influencias continúan. Según dice la leyenda negra, el famoso mago de lo ocultista Aleister Crowley compró la casa porque su ubicación era ideal para llevar a cabo un ritual para invocar al Ángel de la Guardia. El Lago Ness, por sus energías, es un lugar idóneo para trastear con la magia y lo místico —no en vano hay mucha tradición mágica gaélica—. Para hacer el ritual primero deben invocarse con meses de preparación a demonios muy poderosos a través de rituales satánicos para vencerlos. Sin embargo, cuando invocó los demonios, fue interrumpido y no pudo vencerlos, maldiciendo la casa.

Fue cambiando de propietarios, hasta que Jimmy Page, guitarrista de Led Zeppelin la compró. Según asegura, se oían ruidos extraños y oscuros cada vez que cerraba una puerta y que, cuando la abría, desaparecían. Algunos amigos del guitarrista aseguran que fueron atacados por energías malvadas. Para algunos ocultistas adeptos de las enseñanzas de Crowley, los demonios que invocó también liberaron el rencor de los espíritus atrapados por anteriores tragedias, siendo el fantasma con más ira el de una mujer ciega del siglo XIX cuyo marido abandonó a su suerte y malvivió durante muchos años en esa casa. El colofón final a una serie de historias muy negras.

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