VITAMINAS PARA EVITAR LOS CALAMBRES

Los calambres dolorosos e involuntarios de los músculos de las piernas y los pies pueden ser provocados por varios factores: deshidratación, fatiga, esfuerzo físico excesivo, deficiencias de nutrición, o ropa demasiado apretada que restringe la circulación.

La claudicación intermitente (dolor en la pierna al caminar que se alivia cuando se descansa) que se siente como un calambre, pero a menudo viene acompañada por una sensación de pesadez, puede ser un síntoma de endurecimiento arteroesclerótico de las arterias, y se empeora debido a la presión alta, el colesterol elevado, la diabetes y el fumar cigarrillos.

A los calambres de piernas y pies que interrumpen el sueño y a veces se alternan con crispaciones espasmódicas y estirones involuntarios de los músculos, se les llama “síndrome de pierna inquieta”.

Cuando se repite los calambre constantemente acompañado por entumecimiento o frialdad de una extremidad, se debe buscar evaluación médica para determinar y corregir lo que lo causa.

VITAMINAS

Complejo B: Una tableta al día que contenga todas las vitaminas del complejo B, además de un máximo de 50 miligramos de niacina tres veces al día para mejorar la circulación, y de 50 a 150 miligramos de vitamina B-6 para prevenir los calambres nocturnos de las piernas. También pueden ser beneficiosas cantidades adicionales de vitamina B-1 y ácido pantoténico.

Vitamina C: De 1,000 a 3,000 miligramos en dosis diarias divididas para reducir las contracturas musculares, mejorar la circulación y fortalecer los tejidos conectivos. Tomar vitamina C antes, durante (cada hora) e inmediatamente después de una actividad física poco habitual, a menudo evita la rigidez y los calambres posteriores.

Vitamina E: De 300 a 800 unidades internacionales IU, para mejorar la circulación.

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