TOMATE CONTRA LOS REUMAS Y OTROS REMEDIOS
El tomate contiene potasio, calcio, fósforo, hierro, sodio, inositol, arginina, calorías, yodo, vitaminas A, B, D, K y C. y una gran cantidad de agua (más del 90%).
El tomate, también, presenta compuestos fenólicos y ácidos orgánicos como el ácido cítrico, oxálico y málico.
Igualmente, contiene licopeno, un pigmento responsable de su color, de alta biodisponibilidad y capacidad antioxidantes, que evita la producción de radicales libres, que son responsables de la destrucción de las células y del envejecimiento prematuro. Su acción depurativa contribuye, además, a mantener la piel tersa y libre de impurezas.
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El contenido calórico es bajo, ya que sólo aporta unas 18 kcal por cada cien gramos. Por esta razón, suele ser incluir en dietas de adelgazamiento.
REMEDIOS
– Para la garganta: Su zumo de tomate, en combinación con la cebolla cruda, se puede utilizar para hacer gargarismos y enjuagues bucales.
– Contra picadas de insectos: Las hojas, finamente troceadas y machacadas hasta convertirse en polvo, son un óptimo insecticida, especialmente para las hormigas, que no lo soportan.
– Antirreumático: Se emplea en homeopatía en forma de tintura para tratar las enfermedades reumáticas, pero también da buen resultado de una forma más casera: ingiriendo todos los días un vaso de zumo por la mañana y otro por la noche.
– Para las pieles resecas: Aplicar una mascarilla de puré de tomate al que se habrá añadido una cucharadita de aceite de oliva.
– Para una buena digestión: Los ácidos del tomate están combinados con sustancias alcalinas, por lo que su fama de indigesto es inmerecida. Además, su caldo es laxante y estimulante del sistema nervioso.
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