Para esta verano nada mejor que un trozo de Sandía, energizante natural
La sandía es una de las frutas veraniegas por excelencia. Refresca y es altamente hidratante pero, se recomienda comer con prudencia y no excederse. Contiene vitamina C, vitamina A, potasio, magnesio, licopeno y betacaroteno.
En concreto, su cantidad de licopeno y betacaroteno aumenta cuanto más madura está la sandía así que es preferible comerla bien madura para aprovechar al máximo sus propiedades.
BUENA AL CORAZÓN
Contiene citrulina, que se transforma en arginina. Estos aminoácidos ayudan a mantener la elasticidad de las arterias y los vasos sanguíneos, favorecen el flujo sanguíneo y contribuyen a una correcta función cardiovascular.
DESINFLAMA
Su alto contenido de antioxidantes convierten la sandía en una fruta excelente para combatir la inflamación.
Tomar un vaso de zumo de sandía diario podría reducir el riesgo de padecer enfermedades como la artritis, el asma o el cáncer de colon.
ELIMINAR GRASA
La sandía contiene citrulina, que ayuda a reducir la acumulación de grasa en nuestras células de grasa. Citrulina es un aminoácido que se convierte en arginina con la ayuda de los riñones.
Cuando nuestros cuerpos absorben citrulina, ésta tiene la capacidad de bloquear la actividad de fosfatasa alcalina no específica del tejido, lo que hace que células grasas produzcan menos tejido graso, y por lo tanto ayuda a prevenir la acumulación excesiva de grasa corporal.
ANTICÁNCER
Esta fruta es una excelente fuente de vitamina C, así como otros antioxidantes. Es por eso que ayuda a combatir la formación de radicales libres.
EL DATO
Energizante
La sandía contiene vitamina B6 y magnesio, ambos contribuyen a que el organismo y cuerpo tenga energía durante todo el día.