Desde que se inició la pandemia sanitaria y su respectiva cuarentena, no pudo faltar la siempre presente corrupción. Todos vimos a diario cómo se sobrevaloraban los precios en las adquisiciones de mascarillas, camas hospitalarias, antibióticos, oxígeno y también fuimos testigos de cómo se desnaturalizó la entrega de los bonos solidarios y en síntesis una corrupción en todos los niveles, justo en el momento de una situación tan penosa y crítica para el país.

La Contraloría, las Procuradurías Anticorrupción y las Fiscalías han iniciado investigaciones penales en contra de funcionarios inescrupulosos que se aprovecharon hasta con el alcohol; es por esto que, de manera acertada, la Contraloría ha anunciado la conformación de un equipo de especialistas que van a controlar el proceso de compra de las tan famosas vacunas, con la finalidad de que se garantice que las vacunas lleguen a la población y así evitar posibles actos de corrupción en la compra y gestión de las ya mencionadas vacunas.

Me parece que la iniciativa de la Contraloría es correcta, puesto que la realidad ha demostrado que el comportamiento de algunas autoridades seguirá corrompiendo y manipulando la tan ansiada vacuna que todo el pueblo peruano espera.

Finalmente, pese a los mejores esfuerzos de la Contraloría, también estoy convencido que habrán muchos corruptos inescrupulosos que, sin ninguna autorización, nos venderán las vacunas a sobreprecio y posiblemente las colocarán en el mercado negro, como suele suceder, lamentablemente, en gran parte de la administración pública peruana. Hasta la próxima semana.

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