Ante varias preguntas, sobre el caso penal contra el presidente Pedro Castillo, sin tratar de contradecir la férrea defensa del estimado abogado Espinoza, a quien en estos medios periodísticos conocemos de la gran capacidad profesional y académica, y después de artículos de este su servidor, proponiendo en el 2020 la denuncia penal contra el ex presidente Vizcarra en pleno mandato derivado, debo responder ante el posible encarcelamiento del actual jefe de Estado.

Parto por la excepción a la inmunidad presidencial en el artículo 117° de la Constitución que expresa: “El presidente de la República sólo puede ser acusado, durante su período, por traición a la Patria; por impedir las elecciones presidenciales, parlamentarias, regionales o municipales; por disolver el Congreso… y por impedir su reunión o funcionamiento, o los del Jurado Nacional de Elecciones y otros organismos del sistema electoral”. Esto nos indica claramente (literal o interpretativa a contraria sensu) que, solo podría ser sancionado por ¡estos delitos de función!; más no limita ser investigado, procesado, acusado por otros tipos de delitos.

Por ello, fue una sorpresa la posición de la ex fiscal de la Nación Zoraida Ávalos cuando interpretó, más reductiva aún, el artículo 117 de la Constitución: un presidente no podría ni siquiera ser objeto de investigación, aludiendo al vigente mandatario. Posteriormente el fiscal supremo Pablo Sánchez, al contrario, y dentro de sus funciones retoma la investigación preliminar (léase por presunto liderazgo de organización criminal) contra el presidente actual y hasta amplía la referida por otros ilícitos penales vinculados.

Ahora que, si Pedro Castillo es procesado penalmente (si se formaliza al menos la investigación preparatoria y se procesa ante proceso penal), de iure, podría ser vacado, al margen del hecho que el jefe del Ejecutivo esté cuestionado ante el Congreso… Aparte es que, si se le procesa por incapacidad moral y es vacado por la incapacidad mencionada, sin duda, cabe el proceso penal hasta con prisión preventiva.

Las cosas no se ven bien para una persona que se suma a una larga fila de oprobios presidentes que “no pueden con su genio” ante el poder. Pensar que por menos han tenido consecuencias negativas en pleno mandato los últimos presidentes (Vizcarra y PPK fueron desaforados).

Recordando al expresidente Toledo, Pedro Kuczynski, Humala y demás… y por favor no me malinterprete ¡cómo recuerdo a Nicomedes Santa Cruz!: “No me den … que mande, no me den … sin plata, no me den … elegante, ni … … beata. Esa fingida humildad con que el … obedece al punto desaparece si le dan autoridad”.

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