Todos los peruanos hemos observado el circo que desplegó el gobierno para recibir apenas trescientas mil vacunas que en realidad sirven para 150 mil peruanos. Con bombos y platillos nos han tenido en la expectativa de la llegada del avión, el traslado de las vacunas resguardados por policías y hasta por militares fuertemente armados; ya han comenzado a vacunar a algunos peruanos que están en la primera línea de gestión contra el virus y en general todo un show en el que hasta el mismo presidente se vacunó frente a todos los medios de comunicación bajo la estrategia de que quiere dar el ejemplo.

Sin embargo, todo esto que estamos viendo, si bien es cierto es un pequeño paso, más me huele a que es un caramelo ante todo el fracaso por la fatal gestión del gobierno anterior y del actual para lograr la compra de importantes lotes en millones de vacunas.

Definitivamente, este gobierno peruano está en la cola de las compras internacionales y nos pretenden emocionar con este caramelo que ha llegado para endulzarnos una cuarentena prolongada hasta finales de mes.

Ahora bien, la esperanza nunca hay que perderla y esperemos que lleguen a cuentagotas más lotes de vacunas como lo han anunciado, pero el gran éxito estará cuando se logre sostenibilidad en las compras, es decir, que de aquí a julio que ya hay cambio de gobierno, la gestión actual deje todo listo, oleado y sacramentado para que el próximo gobierno, simplemente se dedique a continuar los pasos que les dejen trazados, caso contrario tendremos un nuevo gobierno que seguro pretenderá negociar con nuevos laboratorios internacionales, lo que generaría un grave perjuicio para la salud pública nacional.

Finalmente, la esperanza es lo único que se pierde y así sea disonante mi opinión con todo el show que se ha generado con la vacuna, prefiero observar la sostenibilidad que tendrán las compras de las vacunas y no entusiasmarme con ese caramelo que nos están vendiendo. Hasta la próxima semana.

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