LA ALBAHACA ES UN BUEN DIGESTIVO

La albahaca destaca, ante todo, como una fiel aliada de tu digestión, pero también como un buen apoyo para combatir el dolor y el malestar general.

Se le atribuyen propiedades digestivas, aperitivas, carminativas, antiespasmódicas, antiinflamatorias, diuréticas, analgésicas, antisépticas, antibacterianas, antitusivas, galactógenas, vermífugas, insecticidas y cicatrizantes.

Las principales indicaciones curativas de la aromática albahaca quedan resumidas a continuación:

Es un recurso ideal para aliviar los estados de malestar digestivo (dispepsias), la pesadez estomacal, los espasmos gastrointestinales, la sensación de empacho y las náuseas.

Te ayuda a reducir los gases y a prevenir flatulencias y meteorismos.

De forma tradicional, la albahaca se empleaba con relativo éxito para favorecer la expulsión de las lombrices intestinales.

Es una planta ligeramente amarga y picante, que actúa con eficacia para estimular los jugos gástricos y poder despertar el apetito. Se ha indicado a tal fin a niños y adolescentes desganados, a personas mayores y en el embarazo, así como en situaciones de convalecencia y debilidad general.

Se la señala a veces como una ayuda para favorecer la producción de leche de la madre lactante.

La albahaca actúa como un excelente diurético, que te ayudará a aliviar la retención de líquidos y a favorecer la eliminación de toxinas con la orina.

Mitiga el dolor de cabeza, migrañas y cefaleas en general, asociadas sobre todo a problemas hepáticos y digestivos.

Se usa también sobre dolores de tipo neurálgico, en ciáticas y lumbociáticas, sobre todo para aplicaciones tópicas.

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