BOLDO PARA EL PARA EL HÍGADO GRASO
Se ha podido comprobar que el boldo protege el hígado, aumenta la producción de bilis (efecto colerético), facilita el vaciamiento de la vesícula y mejora su funcionamiento al combatir síntomas como digestiones lentas o difíciles, pesadez de estómago y mal sabor de boca (amargo).
Tiene un efecto discretamente sedante del sistema nervioso. Si se toma en infusión, su sabor es tan agradable que se usa como aromatizante de mezclas digestivas y sedantes. El principio activo esencial del boldo es un alcaloide denominado boldina.
La boldina produce un efecto laxante, suave eficaz que ayuda a combatir el estreñimiento crónico. La hoja de boldo aumenta la secreción de saliva, por lo que se utiliza en aquellas personas que padecen sequedad de boca. Otras propiedades del boldo son: diurético y circulatorio; combate la cistitis, los reumatismos, etc.
REMEDIOS
Para la indigestión 1
Verter 1 cucharadita de hojas en 1 taza que contenga agua que esté hirviendo. Dejar reposar por 10 minutos y colar. Tomar hasta 3 tazas al día, 30 minutos antes de las comidas.
Para la indigestión 2
Mezclar, a partes iguales, semillas de hinojo, poleo y hojas de boldo, y luego extraer 1 cuchada. Verter en una taza de agua que esté hirviendo. Dejar reposar por 10 minutos, filtrar y agregar el zumo de 1/2 limón a cada vaso. Beber de 2 a 3 veces al día.
Para el hígado graso 1
Mezclar, a partes iguales: boldo, fumaria, romero, diente de león y anís verde. Extraer 2 cucharaditas de esta mezcla y verter en 1 taza de agua que esté hirviendo. Deja reposar por 10 minutos y colar. Tomar 3 tazas, 1 antes de cada comida.
Para el hígado graso 2
Hervir 30 g de hojas de boldo en 750 cc de agua por 5 minutos. Tómese en forma de té, cuatro veces al día y por un lapso de 30 días seguidos.
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