LAS DAMAS DEL SILENCIO

Si bien es cierto que el silencio es un derecho constitucional y procesal y por lo tanto, la primera dama puede acogerse a ese derecho, no pudiendo ser obligada a declarar y mucho menos el silencio puede ser utilizado en su contra, no es menos cierto que, por su posición de primera dama de la nación y esposa del primer mandatario, debería superar y dejar por un momento de lado su derecho, que en nada la afectaría, optando por declarar y explicar al país entero su responsabilidad en los actos por los cuales está involucrada en estas investigaciones.

En resumidas cuentas, lamentablemente, su defensa tiene que analizar una dimensión técnica, lo cual es correcto, pero la asesoría política es la que debe también sugerir las consecuencias del silencio en el que ha incurrido la primera dama de la nación, en la medida que, queramos o no, los abogados defensores muchas veces nos encontramos inmersos en patrocinios con un alto contenido político. En conclusión, considero que, para la dimensión política, la declaración de la primera dama hubiera sido lo más recomendable, en vez de su silencio, por más que sea su derecho.

Adicional a esto, como parte de toda esta crisis y de la destrucción de la clase política del gobierno actual de este país, emerge en el escándalo otra dama que no será la primera, pero es la cuñada del presidente de la República, quien ha sido vista ante todos los medios de comunicación, dando ágilmente, buenas noticias de proyectos y negocios como representante de empresas constructoras y que además, habría vivido en la residencia presidencial de Palacio de Gobierno y sería la misma que le dice “papi” al presidente de la República. Este nuevo personaje, aparentemente, estaría en un grave delito de tráfico de influencias, pues por su cercanía al cogollo del gobierno, tendría una posición privilegiada y de clara ventaja para favorecer a contratistas y a su entorno. Por esta razón, es válido considerar que también debería cumplir con dar explicaciones al país pues nadie le está preguntando sobre su vida privada o sobre sus gustos y colores, sino sobre sus afirmaciones de concesiones de obras públicas y de proyectos con el dinero de todos los peruanos.

Finalmente, derecho tienen las damas a guardar silencio, pero más derecho tiene el país a escuchar y recibir explicaciones. Hasta la próxima semana.

(*)Abogado

ivantorreslatorre05@gmail.com

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