Las competencias socioemocionales como herramientas para la resolución pacífica de conflictos

A menudo, las personas atraviesan por diferentes situaciones que no son del todo agradables y les producen sentimientos negativos. Ya sea por una mala contestación de parte de un ser querido, la incapacidad de resolver un asunto en el trabajo, o un incidente de tráfico, es probable que se despierte un malestar que no siempre es fácil de manejar.

Estas situaciones, a las que lamentablemente las personas deben enfrentarse con frecuencia, requieren de una serie de competencias necesarias para poder controlarlas y, de esta manera, impedir que afecten al desarrollo de su humor, al desarrollo de su vida cotidiana e, incluso, a su salud.

En este sentido, poder identificar sus limitaciones y fortalezas en momentos en los que es necesario enfrentar situaciones adversas de la vida, permite reflexionar acerca de los aspectos que inciden en su fuerza emocional y así obtener información que ayude a generar herramientas de aprendizaje y adaptación que sirvan para transitarlas de una forma mejor.

Para ello, el buen manejo de las competencias socioemocionales para promover el bienestar de las personas es fundamental, ya que resulta de gran ayuda para regular la forma en que éstas afrontan las distintas situaciones difíciles que se les presentan, sin afectar negativamente su salud emocional o física.

¿Qué son las competencias socioemocionales?

Las competencias socioemocionales son cada vez más importantes como herramientas indispensables para proteger la salud y el bienestar físico y psíquico de las personas. En líneas generales, es posible definirlas como un conjunto de habilidades y capacidades que son fundamentales para poder entender, expresar y regular de la mejor manera posible las decisiones tomadas en contextos donde priman los sentimientos negativos.

Este tipo de competencias son cada vez más valoradas en los entornos laborales ya que brindan valiosa información respecto a cómo son las personas y acerca de cómo lidian con las dificultades que se le presentan. Al mismo tiempo, contar con competencias socioemocionales permite tomar mejores decisiones sin verse afectado el estado de ánimo y la salud de la persona.

Debido a que se ha reconocido la importancia que tiene en el desarrollo de la personalidad, las potencialidades de las personas, y su bienestar físico, psíquico y social, cada vez más escuelas e instituciones educativas han promovido el abordaje de las competencias socioemocionales en los procesos de enseñanza-aprendizaje.

¿Por qué son importantes las competencias socioemocionales en la vida de las personas?

Diversos estudios científicos han demostrado que las emociones y los estados afectivos tienen una gran influencia en los procesos cognitivos como la memoria, la percepción, el razonamiento y la atención, motivo por el cual pueden potenciar, distorsionar o inhibir procesos centrales para el desarrollo de las capacidades humanas.

Debido a que las emociones son respuestas cognitivas, fisiológicas y conductuales que surgen como una reacción provocada por una situación o estímulo externo, es posible afirmar que, en líneas generales, existen múltiples formas de reacción, en función de la forma de ser de cada persona.

Por esta razón, y con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las personas, las competencias socioemocionales cumplen un rol central para aprender a manejar los sentimientos. A partir de ellas, lo que se busca es expresarse de manera inteligente y mesurada, de manera tal que las emociones negativas no se apoderen de las personas.

Es importante aclarar que las competencias socioemocionales no están asociadas a negar o reprimir los sentimientos negativos, sino a ser capaces de manejarlos con la mayor racionalidad posible, intentando entender su origen y haciendo todo lo posible para identificar cómo, dónde y cuándo ocurren. De esta manera, cuanto mayor conocimiento se tenga al respecto, mayor será el poder de control y menor será el impacto adverso que tengan sobre las personas.

Fases para resolver situaciones adversas de forma pacífica

Las competencias socioemocionales son fundamentales en diversos aspectos de la vida. Como ejemplo, es posible pensar en que, al momento de estudiar o tomar una decisión, es indispensable estar tranquilo; o, para tener relaciones sociales más recíprocas y armoniosas, es necesario tener empatía y así identificar con mayor facilidad las necesidades y sentimientos de los otros. Por este motivo, trabajar en ellas es importante para relacionarse mejor con el ambiente y generar relaciones interpersonales más estables.

De igual forma, para resolver pacíficamente un conflicto, es importante conocer seis fases que ayudarán a resolver cualquier situación adversa:

  • Orientación positiva ante el problema: es necesario asumir que tener diferentes puntos de vistas con otras personas es totalmente normal, sin embargo, cuando esas discrepancias se convierten en conflicto, es importante identificar si éste se asemeja a otro ya ocurrido y así evitar la utilización de mecanismos que no dieron resultado anteriormente, para utilizar unos nuevos que sí permitan resolver el problema.
  • Definición del problema: aquí hay que buscar los hechos relevantes del conflicto para describirlos y analizarlos en profundidad.
  • Formulación de alternativas: es importante diseñar la mayor cantidad de alternativas posibles para tener distintas opciones que sirvan para resolver el conflicto.
  • Valoración de alternativas: aquí hay que analizar en profundidad y determinar cuáles de las alternativas propuestas en la fase anterior pueden servir para resolver el problema en cuestión. Para ello, es importante tener en cuenta las consideraciones positivas a corto, mediano y largo plazo, así como también la posibilidad real de llevarlas a cabo.
  • Aplicación de la toma de decisiones: esta fase está orientada a poner en práctica la respuesta aplicada, teniendo en cuenta los pasos necesarios para su correcta ejecución y los mecanismos de evaluación que se usarán para determinar si resultaron efectivos.
  • Valoración de los resultados: en caso de que no hayan sido efectivos, se deben reformular las fases anteriores y así lograr una estrategia que permita resolver el conflicto de forma exitosa.

Ante la imposibilidad de erradicar el conflicto, contar con estas habilidades es muy importante para convertirlo en una oportunidad de crecimiento y aprendizaje, que no sólo fortalezca el vínculo con los otros, sino también con uno mismo a través del autoaprendizaje y autoconocimiento.