La Victoria: mató a su pareja y luego inventó historia de suicidio

Militar la ahorcó y dijo a la policía que ella había acabado con su vida y que dejó una carta, pero golpes en el cadáver terminaron por delatarlo.

Rosa Angélica Licas Huaroc tenía 26 años, era madre de dos niños y se desempeñaba como confeccionista de jeans en el emporio comercial de Gamarra, en La Victoria. Vivía en el cerro San Cosme y todos los días se levantaba a la 5 de la mañana para sacar adelante a sus hijos además de ayudar a su hermano, quien padece de una enfermedad.

Pero la tarde del martes último, la comerciante fue sorprendida por su expareja Jerson García Vargas, quien la ahorcó con una cuerda y le dijo a su familia que esta se había suicidado.

CELOSO

Según las primeras investigaciones, el hombre habría planificado acabar con la vida de Rosa Licas tras enterarse que iba a retomar su relación con el padre de su primer hijo. Obsesionado y cegado por los celos enfermizos, García Vargas había alquilado un cuarto a pocos metros de la vivienda para vigilar a la joven madre, quien terminó con él hace un mes, según contaron los deudos.

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ASTUTO

El hijo de Rosa comentó a la Policía que su padrastro le había dado 5 soles para que junto a su hermanito acuda a una cabina de Internet. Cuando no hubo nadie en la casa, Jerson García recordó su entrenamiento en el Ejército y con una soguilla a la que le hizo tres nudos, ahorcar a Rosa, a quien sorprendió en su camarote.

TEATRO

Luego, cual actor, ensayó un sentido llanto y tras llamar a Judith Soria Licas , prima de la occisa, le dijo que se había suicidado. Pero su mentira se cayó cuando Judith observó que su prima tenía golpes en los ojos y en las mejillas. Tras el crimen, fue denunciado y detenido por los efectivos policiales de San Cosme.

Pasada la madrugada del 28 de setiembre, el hombre confesó en la comisaría que asesinó a la madre emprendedora. El asesinato de Rosa Licas Huaroc conmueve hasta las lágrimas por donde se lo mire. Por la alevosía con la que fue perpetrado, por el sacrificio de una madre soltera, amigable y que ayudaba a su familia.

Tenía muchas ganas e incluso se alistaba para lanzar una nueva marca de pantalones para vender por campaña navideña. Pero todo se truncó con su muerte. Familiares y amigos de la víctima se unieron con pancartas en mano y en voz alta exigieron a las autoridades de La Victoria: ¡Justicia!

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