La Victoria: abuelito denuncia que serenos le patearon la cabeza

Miles de familias están sufriendo por la falta de empleo en el país. Gran parte de estos ciudadanos se la buscan en las calles, vendiendo alimentos o diferentes productos. Sin embargo, hay casos donde los comerciantes sufren por la falta de criterio de las autoridades, como lo que ocurrió en el distrito de La Victoria.

En una de las calles del emporio de Gamarra un abuelito de 60 años denunció públicamente que unos serenos le quitaron su carrito pastelero, con postres y otros bocados, de forma violenta. Incluso, contó que algunos lo atacaron ferozmente.

“En Gamarra está prohibido el comercio ambulatorio, pero los serenos ingresan a trabajar a partir de las 11 a. m. Yo antes de las 11 a. m., 9:30 a. m., me estaba retirando. De un momento a otro, de un pasaje, salen como 20 serenos y me agarran. Yo les dije que ya me estaba retirando. Pero me tumbaron, comenzaron a golpearme en el suelo. Me patearon en la cabeza y un perro me mordió”, contó el sexagenario.

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Para las cámaras de ‘ATV Noticias’, el anciano dio más detalles de la pesadilla que vivió. “Me empujaron del coche, ahí me caigo y como soy una persona mayor no tengo tanta fuerza y me caigo al suelo y encima me empiezan a patear y golpear los serenos”, relató.

“En un momento me arranchan el canguro, ya se lo estaban llevando, pero luego lo recupero. Reviso y no había mi plata. Eran como S/400 que eran para pagar cuentas. Yo tenía colgado el canguro, el sereno me ha sacado y todos han visto. Está filmado, la gente se ha ganado”, agregó.

PIDE UN PRONUNCIAMIENTO DE LA VICTORIA

El comerciante exigió un pronunciamiento de las autoridades de La Victoria. “Se llevaron mi coche y la mercadería se lo han comido. Eso lo hacen siempre, sea comida, lo que sea. Lo suben y se lo comen. Acá a la base llega poquito”, protestó.

“Tengo dos hijos que estudian. Soy padre y madre para ellos. Es una semana que no trabajo y sin ese coche no puedo trabajar. Una semana he estado mal, he tenido que comprar mis medicinas y mis pastillas. Ahora la multa es muy alta, yo no puedo pagarla. Le ruego al señor alcalde, le suplico que me devuelva mi coche. Es mi única herramienta de trabajo, no puedo trabajar sin eso”, reclamó con un profundo dolor, mientras que sus lágrimas se resbalaban por sus mejillas.

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