LA NIÑA QUE ARMÓ UN ROSTRO HUMANO

Por Rolando Donayre

Un papá intentaba ver su programa de televisión, pero no podía hacerlo tranquilo porque su hija de 7 años estaba empeñada en que jugara con ella. Desesperado, el hombre le entregó una hoja de periódico que rompió en pedazos. Quería que lo dejara en paz y se demorara en armar el rompecabezas improvisado.

El hombre pensó que con tremendo trabajo al fin podría sentarse y disfrutar del campeonato de lucha libre. Al poco tiempo, el hombre sintió que la niña lo volvió a interrumpir y asombrado vio que ella sonreía mostrándole la hoja de periódico perfectamente armada con cinta adhesiva.

En ella había noticias terribles: enfermedades, crímenes, hambrunas, conflictos, entre otros. –Hija, ¿Cómo lo lograste?, dijo el señor. – Fácil papi, seguí el esquema. La niña armó la página porque al reverso había una gran imagen de un rostro humano, la cual completó sin mayor esfuerzo.

Esta historia nos sirve para aprender que los problemas que afronta nuestra sociedad, aunque complejos y difíciles, pueden ser resueltos si entendemos que detrás de toda problemática siempre hay un rostro humano.

Vemos en vivo el paro de transportistas y pensamos que no hay forma de poner coto a los bloqueos en las calles. O los problemas en el Congreso y pensamos ¿quién detiene las peleas y la aprobación de leyes populistas?

Nos enteramos que en los municipios del país el hermano, el compadre, el amigo ganan la buena pro con impunidad, ya que es la historia conocida desde hace décadas. Y entonces nos preguntamos ¿cómo resolvemos estos problemas tan complejos?

A veces es bueno bajar al llano y reencontrarnos con la gente, invertir tiempo y descubrir que nuestros dolores de cabeza se resuelven con el trato directo. Un enfoque humano nos haría bien. Un trato que deje atrás los cuadros estadísticos, barras gráficas del ppt y el envío de burócratas que hagan nuestro trabajo, pues como siempre “no tenemos tiempo que perder”.

El Estado ha delegado pequeñas cuotas de poder a los servidores públicos. Les ha dado la posibilidad de resolver miles de problemas que aquejan a la sociedad. Tal vez sean cargos humildes como recepcionistas, auxiliares o asesores; sin embargo, en sus manos está la solución de los problemas que aquejan a los ciudadanos.

No nos dejemos vencer por los males de este tiempo. Tampoco atendamos las voces que nos repiten que no hay solución y nos recuerdan negativamente que “donde se pone el dedo salta pus”.

Como la niña, todo será más fácil si con paciencia conservamos en nuestra mente la imagen de un rostro humano que puede ser la de un niño de la sierra regresando del colegio, o una madre abrazando a su hijo, o una policía con una niña en sus brazos rescatada de la muerte.  Usted elija un rostro (tal vez de su esposa, hija o hijo) y pronto hallará la solución y el impulso para alcanzarla.

Ahora que viene Semana Santa recuerde que un día Dios tomó un rostro humano. La imagen de Jesús. Estoy seguro que si puede ver ese rostro detrás de cualquier problema, entonces tendrá las respuestas para toda su vida.  Es cuestión de su enfoque. ¡Adelante!

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