CAOS EN EL BICENTENARIO
El país entero viene apreciando todo un caos en pleno año del bicentenario de nuestra República, generado por la clase política y sus intereses subalternos que vienen desestabilizando el orden social, económico y democrático en el Perú, con unas elecciones presidenciales llenas de incertidumbre, zozobra, debilitando la imagen de nuestro país ante la comunidad internacional.
Procesados por terrorismo en el Congreso, miembros del MOVADEF estarán presentes en el nuevo parlamento, todo ello por la debilidad del esquema democrático peruano; con un candidato que se autoproclama presidente sin serlo aún, con un sentenciado por corrupción como Cerrón que pretende anular sus sentencias vía hábeas corpus para quedar expedito de participar en la política peruana; tenemos intromisiones de Estados extranjeros que a través de sus presidentes, interfieren en los asuntos de política nacional, expresando sus saludos a un candidato que aún no es presidente electo; un
Dólar cuyo tipo de cambio se dispara de manera incontrolable, un Jurado Nacional de Elecciones con deficiencias que genera amenazas de ambos contrincantes políticos por las pugnas presidenciales.
Como si todo esto fuera poco, los peruanos escuchamos pretensiones de anular las elecciones presidenciales, plazas públicas y principales arterias convulsionadas por masas enardecidas, sin que nadie los pueda controlar; algunos medios de comunicación parcializados, alianzas políticas cuyos ayayeros y arribistas rinden sus saludos y besamanos a uno de los candidatos que ya se siente el primer mandatario de la República; una Policía debilitada por el gobierno de turno, tenemos unas Fuerzas Armadas observando desde un balcón los acontecimientos de convulsión social y política y finalmente, amenazas con quebrar el orden constitucional por parte de un partido político que, de no ganar las elecciones, actuará a puro machete para lograr sus más preciados objetivos.
Finalmente, un caos en el bicentenario que nadie podrá controlar y que todos los escenarios nos indican que vamos camino a la miseria, a la fuga de capitales, a la violencia gane quien gane y, una vez más, el gran perjudicado en todo esto será el pueblo peruano, estafado y sorprendido una vez más por ciertos sectores de la clase política. Hasta la próxima semana.
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