GIRASOL: SEMILLAS CONTRA EL CÁNCER

Las semillas de girasol se encuentran en el centro de esta flor y han sido comidas desde hace 5,000 años por los nativos americanos, siendo los españoles en la conquista de América los que la introdujeron en el Viejo Continente, llegando a ser incluso más conocida y consumida en Europa que en lugares como en Sudamérica.

CÁNCER

Todo alimento rico en antioxidantes como lo son las semillas de girasol sirven para la prevención del cáncer. El selenio es un elemento presente en las semillas de girasol y que está estrechamente vinculado a la prevención del cáncer previniendo la formación de células cancerígenas o potencialmente dañinas, ya que induce la reparación del ADN y la síntesis de células dañadas.

Asimismo, la vitamina E también es una ayuda importante para prevenir el cáncer de colon, de vejiga y de próstata.

Contienen una gran cantidad de fibra dietética, por lo que están recomendadas a la hora de mejorar la motilidad intestinal, siendo útiles contra el estreñimiento.

SALUD DEL CORAZÓN

Consumir semillas de girasol es bueno para la salud cardiovascular debido a la alta cantidad de magnesio y vitamina E que proporcionan estas semillas. Es una vitamina muy importante para la salud de nuestro corazón y la prevención de enfermedades cardiovasculares.

Además son grandes antioxidantes que mantiene a raya a los radicales libres en nuestro organismo dándonos la salud y conservando nuestra juventud.

Más del 90 % de la vitamina E que necesita nuestro organismo cada día, lo podemos obtener de la ingesta de un cuarto de taza de semillas de girasol.

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