¡FELIZ NAVIDAD!

Los problemas en el país, definitivamente, han generado una crisis económica en todas las familias peruanas; el padre de familia no llega a fin de mes con su devaluado sueldo u honorario, la pandemia opaca la celebración de esta gran conmemoración cristiana.

Lo peor de todo, es el problema moral que genera la clase política gobernante, que, por un lado, dentro del escenario político, ya no queda la menor duda que existe una incapacidad enorme para gobernar. Ha quedado confirmado que nunca han tenido un plan de gobierno, que nunca quizás se imaginaron llegar a conducir un país, lo que implica que no saben cómo actuar frente a los escenarios nacionales que deberían administrar. No se trata de incapacidad intelectual, se trata de que no son las personas idóneas para ejercer cargos de tan alta investidura.

De otro lado, en el escenario legal, como si fuera poco, tienen hechos sumamente difíciles, donde podemos apreciar que sus conductas ya no son solo políticamente adecuadas, sino que, como mínimo, lindan con la comisión de delitos. Todos los días existen nuevas revelaciones de situaciones en las cuales debe intervenir el Ministerio Público e inclusive el periodismo de investigación.

Asimismo, tenemos que el partido de gobierno Perú Libre se encuentra investigado como organización criminal. Tenemos en el Congreso a un procesado por terrorismo y hemos tenido como Premier a otro investigado por terrorismo y, como si fuera poco, el dueño del partido Perú Libre, Vladimir Cerrón, se encuentra sentenciado por corrupción, entre otros hechos que, repito, nuevamente lindan con lo delictivo y que sería inacabable enumerar en esta columna.

Vengo sosteniendo que, la única solución para terminar con este episodio fatal de la historia peruana está en manos de la sociedad activa y que el Congreso de la República debe tener la suficiente capacidad política y moral para dejar de lado sus intereses partidarios y pensar en el bien común.

Finalmente, ante toda esta desgracia nacional, la conmemoración de la Navidad debe significar la reflexión más profunda de todo el país, enmendar errores, actitudes, palabras y renovar todo un compromiso que, en su conjunto, represente una transformación nacional. Hasta la próxima semana.

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