PAYASO ‘CHOCLITO’: “PASARÁ LA PANDEMIA Y EL CIRCO VOLVERÁ, PORQUE LA FUNCIÓN DEBE CONTINUAR”

Por: Vladimir Rendón

La vida tiene caminos que solo Dios marca. Don Manuel Álvarez nos recibe en la puerta de su casa y nos invita a conversar, para narrarnos el verdadero significado de ser un payaso.

“Empecé junto a mi padre don José Álvarez Vélez, mejor conocido como el payaso ‘Tony Perejil’, quien tenía un circo itinerante en barrios populares, mi debut fue en 1960 como acróbata, tenía 12 años, luego mi pintaron la cara y pase a ser payaso, hubo tres nombres que tenía mi padre bajo la manga con los que me podían bautizar, eran ‘Yerbabuena’, ‘Rudita’ o ‘Choclito’ y el público aplaudió con mayor entusiasmo al escuchar ‘Choclito’, entonces me quedé con el nombre que marco una vida para mi”, cuenta en un inició.

• Usted ha vivido en el mundo del arte circense desde muy pequeño, ¿qué siente al ver como los circos se suspendieron en pandemia?

Una pena, han sido más de 3000 personas que se quedaron sin trabajo por no haber circos, han sido más de 50 payasos que han perdido la vida por la pandemia y antes de esta entrevista me estaban llamando para ver apoyo a otro colega payaso que requiere oxigeno por estar afectado del Covid-19.

• ¿Siente que se está abandonando a los payasos?

En general al artista no se le da su lugar, en el gremio circense tenemos el Seguro Integral de Salud, pero queremos estar afiliados a EsSalud, la seguridad social es muy importe para los seres humanos y los payasos somos seres humanos que tenemos familia.

• ¿Qué le piden al Gobierno o a las autoridades?

Que nos den facilidades para instalar los circos con protocolos de bioseguridad, no queremos regalos, nosotros queremos ganar el pan, haciendo lo que mejor sabemos, unir a la familia a través de una sonrisa, para ello nos tienen que dar facilidades para gestionar las licencias e instalar las carpas de circo.

• ¿Qué siente cuando a un político se llama payaso o al Congreso se le pone el sobrenombre de circo?

Incomoda, porque el payaso tiene como noble fin en sus espectáculos inculcar valores, ser payaso es una disciplina, es una vocación que nace desde la infancia y en mi caso vino de mi padre, mi padre me dejo el apellido (Álvarez) y lo tengo que cuidar, ¿Imagínate que una persona de dudosa reputación ensucie tu profesión no te sentirías ofendido, acaso?, lo mismo cuando ponen el sobrenombre de circo al Congreso de la República u otra institución, el circo en si es un lugar que cuida el honor de la familia y los payasos tenemos como principio no hablar groserías, es bastante incomodo que un político o persona de otra profesión sea llamada payaso, cuando nosotros queremos generar valores en la sociedad.

• ¿Usted ha llevado el nombre del Perú por América y ha llegado a lugares remotos siendo payaso?

He llegado a lugares como Cerro de Pasco, donde tenía que calentar la galería con risas y aplausos, pero también había que calentar camerino con un primus. He recorrido la selva con lancha, he llegado a países como Panamá y México.

• ¿Cuáles son los lugares atípicos donde usted actúo junto a su padre?

El circo de Tony Perejil era muy querido. Mi padre falleció de un derrame cerebral, y fue la pena de los payasos en año 1987, pero la función debía de continuar. Si me preguntas en que lugares poco tradicionales actúe con mi padre, te puedo decir que llevé el circo a las cárceles como penales ubicados en San Juan de Lurigancho, el penal de mujeres de Chorrillos y también el reformatorio de menores, conocido como Maranguita. Hicimos mucha obra social con mi padre.

• ¿Entonces ustedes eran un circo que llevó esperanza?

Imagínate, si una vez actuamos en una función benéfica para comprar un patrullero, para la comisaría de Chosica, lo mismo cuando había que apoyar un compañero payaso, hacíamos funciones benéficas, la finalidad era apoyar al amigo, apoyar al país, dando felicidad.

• ¿Hay algo que usted tenga que considere extraordinario?

He apadrinado a Hugo Muñoz, mejor conocido como Pitillo, yo era muy amigo del padre, fui el primero que puso pintura en la cara del extraordinario Pitillo, es un ahijado, un hijo para mí, dentro del medio circense.

• ¿Cuándo fue que los circos perdieron impulso en el Perú?

Circos itinerantes y populares no han dejado de existir y recorren barrios populares o pequeñas provincias, pero si me preguntas por los grandes circos, estos entraron en problemas según fueron desapareciendo los espacios donde se instalaban las carpas, es así que desde 1996 ya no habían los grandes terrenos, que albergaban las carpas, como pasaba en la avenida La Marina, hoy en día solo los grandes centros comerciales pueden albergar un circo.

• ¿Volveremos a tener grandes temporadas de circo como ocurría en los años 80?

El circo es una tradición, una cultura que se refleja en un espectáculo y este seguirá presente, como parte de nuestras vidas, pasará la pandemia y el circo volverá, porque la función debe continuar.

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