¿El Salvador, la nueva prisión de Trump para los migrantes criminales?
Nayib Bukele y Donald Trump, han discutido una medida migratoria que es considerada «el acuerdo migratorio más inedito y extraordinario en cualquier parte del mundo», la propuesta permitiría que El Salvador reciba en sus cárceles a migrantes ilegales con antecedentes delictivos, sin importar su nacionalidad.
Esta medida, impulsada como parte del endurecimiento de las políticas de migración del presidente Donald Trump.
A través de sus redes sociales, Nayib Bukele anunció su disposición a externalizar su sistema penitenciario, ofreciendo a Estados Unidos la posibilidad de enviar criminales a cárceles salvadoreñas a cambio de una tarifa reducida.
El proyecto también contempla la reubicación en El Salvador de delincuentes con nacionalidad estadounidense o residentes en EE.UU., una propuesta que ha desatado un intenso debate sobre sus implicaciones legales y humanitarias.
Bukele ha defendido esta estrategia como una extensión de su exitoso modelo de seguridad, que ha reducido drásticamente la criminalidad en su país a través de un régimen carcelario estricto y el confinamiento masivo de pandilleros.
Sin embargo, la propuesta ha generado preocupación en sectores políticos y organizaciones de derechos humanos, quienes alertan sobre los riesgos de trasladar reclusos a prisiones extranjeras sin un marco legal claro, lo que podría abrir la puerta a posibles abusos y violaciones a los derechos fundamentales de los detenidos.