Donald Trump suspende fondos de USAID en Perú para la lucha contra el narcotráfico
El gobierno americano anunció el pasado 27 de enero de 2025 la suspensión temporal de toda asistencia exterior financiada por el Departamento de Estado y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Esta medida, que entró en vigor con un plazo de evaluación de 90 días, forma parte de una revisión integral de los programas de asistencia exterior para asegurar su eficiencia y coherencia con la política exterior estadounidense, en línea con la agenda de «Estados Unidos Primero».
La suspensión afecta directamente los 600 millones de dólares que el Perú esperaba recibir de USAID hasta el año 2030. Estos fondos eran clave para financiar programas antinarcóticos y de desarrollo de cultivos alternativos en regiones afectadas por la producción de coca, considerados esenciales en la lucha contra el narcotráfico y en el desarrollo sostenible del país.
En respuesta a la suspensión, el gobierno peruano está evaluando estrategias para mitigar el impacto de la reducción de fondos en sus programas antinarcóticos. Esto incluye la búsqueda de nuevas alianzas internacionales y la reasignación de recursos internos para asegurar la continuidad de las iniciativas en curso.
Expertos han expresado preocupación por la medida
La decisión de la administración Trump no solo afecta al Perú, sino también a otros países de América Latina que dependen de los fondos de USAID para enfrentar problemas como el narcotráfico, el desarrollo rural y la pobreza.
Pedro Yaranga, experto en temas de seguridad, señaló que esta suspensión representa «un problema mayor en la lucha contra las drogas», subrayando que la falta de resultados convincentes en el combate al narcotráfico podría prolongar la interrupción de los fondos.
Por su parte, Atul Gawande, exjefe de salud global en USAID, calificó la decisión como «catastrófica» y advirtió que las interrupciones en los programas de desarrollo y salud pueden tener efectos devastadores, como el surgimiento de problemas mayores y el debilitamiento de esfuerzos sostenibles en la región.
Además, advierten que la suspensión de la ayuda podría debilitar los esfuerzos regionales para combatir el crimen organizado y promover el desarrollo sostenible.