ESTADOS UNIDOS TEME QUE EL SUPERBOWL PROVOQUE MÁS CASOS DE COVID-19


Justo cuando Tom Brady ha revelado que sus padres, que superaron la COVID-19, estarán presentes el Raymond James Stadium de Tampa para la Super Bowl, las autoridades estadounidenses comienzan a hacer hincapié en que hay que evitar cualquier tipo de fiesta o encuentro que reúna a la gente para ver el partido, como es tradición en el país.

Si ya se dejó notar un aumento notable de los contagios tras la fiesta de acción de gracias, la Super Bowl es el nuevo reto.

“No organicen una fiesta en casa y no vayan a una fiesta por la Super Bowl”, ha expresado la directora de salud pública del condado de Los Ángeles, Barbara Ferrer, con las escenas de los festejos de Alabama en mente tras el triunfo de Crimson Tide.

LEE TAMBIÉNPOOL AMBROCIO: “MI OBJETIVO ES LA MEDALLA”

Ferrer, fue muy explícita en su mensaje: “Será trágico si la Super Bowl se convierte en un súper propagador del coronavirus. Cada uno de nosotros debe tomar decisiones muy cuidadosas sobre lo que hacemos. Por favor, no socialicen con mucha gente que no sea de su hogar”, dijo en un mensaje a la ciudadanía.

El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, se ha sumado a la campaña, justo ahora que su ciudad ha bajado drásticamente los casos de infectados y hospitalizados: “El progreso es muy frágil y tenemos que minimizar los riesgos”, ha recordado.

En la ciudad que acoge el evento, Tampa, su alcaldesa Jane Castor firmó una orden ejecutiva que obliga a que se usen mascarillas en los vecindarios alrededor del Raymond James Stadium y en otros puntos turísticos, en vigor hasta el 13 de febrero, en previsión de que además de los aficionados que acudan al partido, otros muchos se dejen caer por las inmediaciones.

Síguenos en nuestras redes sociales de FacebookTwitter e Instagram.