COMO DOS GOTAS DE AGUA

Un feliz año 2022 a todos mis seguidores y, de manera especial para mis vecinos Julio y Javier que siempre los tengo al frente al salir a limpiar a mi “Negrito”.

Sábado 11.00 a.m. Como no me gusta que el indicador de combustible marque en rojo, me fui al grifo de siempre a surtirme de GLP.

Me encuentro con Jaimito, quien fue protagonista de una de mis columnas.

Pedí 30 soles de GLP, me surte y le cancelo. Al momento de pasar la tarjeta Jaimito me dice: “Estimado, vaya a la tienda del grifo y pida su obsequio por Navidad”. “Gracias Jaimito” –respondí y fui con entusiasmo al lugar indicado.

Me atiende una jovencita que se inmediato me trajo a la mente al rostro y talla de mi sobrina Samara… era igualita.

Con mucho respeto me pide mi voucher y DNI. Le entrego y me da una ficha para llenar a la vez me alcanza 5 cartoncitos de colores. “Escoja uno, señor, todos tienen premio”.

Levanté el amarillo y decía Todinito. Me alcanza un panetoncito y me alegré porque ya sabía para quién iba a ser el regalo.

Como la oferta era por 20 soles y yo había echado 30 de combustible me picó la ambición de jugar otra vez. Entonces hago la consulta: “Señorita, ¿si agrego gasolina por 20 soles, puedo volver a jugar?”. Me dijo: “Sí, claro”.

Voy a surtirme de gasolina, aparco y voy corriendo a mostrarle el voucher para jugar otra vez.

Cuando llego la señorita me responde muy triste: “Señor, he consultado y me han dicho que solo una vez se juega”.

“Ah, caramba, así era la cosa”, respondí y eso puso muy nerviosa a la joven.

“No te preocupes, hija, contigo no hay problema tú solo recibes indicaciones, no te preocupes”.

Ella volvió a decirme: “Mil disculpas, señor, por haberle dado esperanzas de un nuevo premio”.

En ese momento baja del segundo piso un señor muy atento y se presentó: Era el administrador del grifo. Al parecer escuchó toda la conversación a través de la cámara que tiene la tiendecita.

Me dijo el administrador: “Señor, mil disculpas por el impasse, en realidad la joven por ser nueva no ha entendido las normas. Sí puede usted volver a participar. Tenemos suficiente stock de premios para muchos intentos”.

Esta confirmación me resultó favorable ya que en la segunda vez me gané un cuaderno y lapicero muy bonito.

La joven estaba más feliz y aplaudía cada respuesta del administrador y más cuando me saqué el segundo premio. Era una ternura la joven y novata empleada.

Ya con los dos premios me retiré no sin antes desearle buena suerte a la joven e indicarle que esté atenta a las indicaciones que le den. Esto alegró a la chica quien aplaudió más cuando le comenté que el panetoncito era para mi nieto.

A veces discutimos con empleados pero ellos son solo cumplidores de directrices y hay que tener cierta tolerancia con ellos… quien sabe puede ser uno de nuestros familiares… Sigo en la vía.

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