Luego de unas muy reparadoras vacaciones, vuelvo recargadísimo. Cada minuto lo aproveché para estar junto a los míos y disfrutar de las ocurrencias de mi nietecito Santi. Gracias por su asidua lectoría. Un abrazo.

Esta vez, decidí hacer un breve recuento de lo que he podido observar en la vía. La verdad que una columna queda pequeña para narrarles todo lo que observo en las pistas, pero aquí les remito un adelanto:

LO BUENO: A pesar de las ácidas críticas que formulo a la gestión del alcalde de SMP, esta vez tengo que felicitarlo por el asfaltado completo de la Av. Perú, vía troncal del distrito santo. Ahora es un placer discurrir por esta pista libre de baches a lo largo de todo su recorrido y disfrutar de su berma central con una buena iluminación y moderno diseño. La plaza principal ha quedado bella y el área principal de desfile hoy es una zona donde los transeúntes se toman selfies por doquier. ¡Bien!

LO MALO: ¿Cómo es posible que una vía recientemente inaugurada esté con el sistema de semaforización colapsado desde hace tres semanas? Así como lo lee, estimado lector. En el ingreso a Carmen de la Legua, al finalizar el flamante puente Fernando Belaunde Terry, se origina un descomunal tráfico en horas punta al ser esta la única vía de escape a la congestionada Av. Elmer Faucett. ¡Actúen pues, autoridades que van de salida, al menos solucionen esta avería y dejen un regular recuerdo de su gestión.

LO FEO: Luego del aplauso viene el reclamo: la Av. Lima, vía paralela a la Av. Perú, es diariamente utilizada por vehículos de carga pesada. Como consecuencia de ello, está echa añicos. A todo lo largo de la vía, hay que sortear inmensos agujeros que destrozan la dirección de todo vehículo. Hay aquí una tarea para la próxima gestión edil y la recomendación a los vecinos de no echar agua a la pista porque también es una forma de deteriorar esta importante vía.

P.D. Ahora que voy seguido por la Panamericana Sur, he notado que se está gestando una nueva urbanización de la pobreza, sí, señores, justo en la berma central de esta importante arteria, gente de mal vivir cruza temerariamente la vía rápida para pernoctar entre los dos muros que existen entre las pistas de subida y bajada de la Panamericana Sur, a la altura del peaje, antes de llegar al óvalo de Javier Prado. Mucho ojo, autoridades, porque ya son 15 inquilinos precarios que cruzan tambaleando las pistas… Sigo en la ví.

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