CAMPAÑA CALIENTE

Gracias a todos los amigos que me hicieron llegar sus buenos deseos de recuperación de mi ‘Negrito’. Luego del acto vandálico que sufrió mi auto ha quedado en buenísimas condiciones y listo para continuar recogiendo experiencias de nuestra querida Lima.

Viernes 12 m. Como reportero al volante que siempre soy, esta vez estaba transitando por la Av. Eduardo de Habich cuando fui testigo de un cruento hecho. Un policía repelió el robo a un motorizado que llevaba un cargamento de celulares de alta gama.

El violento tronar de los disparos hizo que me detuviera a ver de qué se trataba y esperar vigilante a que culmine aquel cruce de fuego que se dio en la Av. Habich con Darío Valdizán. Resultado de este infausto hecho fue dos jóvenes fallecidos.

Este sangriento hecho ocasionó que la Policía de inmediato acordone la zona hasta que venga el fiscal de turno para el levantamiento del cadáver que permanecía en el piso. Como esta arteria es punto de escape de la Panamericana Norte, ya se imaginan el embotellamiento que se originó.

Justo en ese momento concurrió al punto una caravana de simpatizantes del expresidente que postula por un segundo periodo con el símbolo de la ‘O’. Se quedaron veinte autos inmovilizados durante 15 minutos y luego emprendieron retirada por la Túpac Amaru.

En su ímpetu por salir del lugar, una señora bajó con silbato en la mano a detener el tránsito para que la caravana pueda salir, pero no faltó un energúmeno que aceleró y amenazara a la señora que estaba tratando de agilizar el tráfico por pasarla por encima. En ese instante se desató una guerra de insultos de grueso calibre que originó que una camioneta que tenía unos inmensos parlantes fuera utilizado no para arengar al candidato sino para proferir mentadas de madre y ajos con cebollas al chofer que pretendió amenazar a la señora simpatizante.

En ese momento, como no se ponían de acuerdo, bajé y le dije al que tenía el micrófono: ¡OYE PATITA, YA NO SIGAS INSULTANDO PORQUE TE ESTOY FILMANDO! Para qué dije eso, de inmediato por micrófono avisaron a la señora del silbato que suba a su auto y arrancaron rápidamente como si hubieran visto al mismísimo diablo.

Ahora sí comprendo que los videos tienen un efecto mediático de tal envergadura que soluciona problemas ipso facto. Todo se despejó en un santiamén y pude salir de la zona, no sin antes orar un Padre nuestro por las dos personas fallecidas y porque la calma de esta Lima tan violenta baje a fin de lograr una vida más tranquila de la actual.

Por mis colegas taxistas y por todos lo que tenemos que estar en las calles soportando el sol y la violencia callejera elevo mis votos y les pido que se cuiden. Recuerden que siempre hay familia que nos espera luego de la batalla diaria en las pistas…. Sigo en la vía.

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