¿Buscas un postre que no arruine tu dieta? La gelatina tiene la respuesta
En el mundo de la alimentación saludable, hay un postre que ha sabido mantenerse vigente y que, lejos de pasar de moda, ha ganado el respaldo de nutricionistas: la gelatina. Este clásico dulce, que muchos asocian con la infancia o con dietas hospitalarias, es hoy uno de los favoritos en planes de alimentación equilibrada, especialmente por su bajo contenido calórico y su versatilidad.
La gelatina sin azúcar se ha convertido en un aliado para quienes buscan mantener o perder peso sin renunciar a un antojo dulce. Una porción promedio de gelatina light contiene entre 10 y 15 calorías, lo que la hace ideal para satisfacer el paladar sin comprometer la dieta. Su textura, su sabor y la posibilidad de combinarla con frutas naturales la convierten en una opción deliciosa y refrescante.
Desde el punto de vista nutricional, la gelatina está compuesta principalmente por colágeno, una proteína que aporta beneficios a la piel, las uñas, las articulaciones y el cabello. Aunque su contenido proteico no es muy alto en su presentación tradicional, muchos expertos destacan su rol complementario en dietas ricas en otros tipos de proteínas. Además, es fácil de digerir, lo que la hace recomendable para personas con problemas digestivos o que están en proceso de recuperación.
Los nutricionistas suelen recomendar la gelatina como snack entre comidas o como postre luego del almuerzo, especialmente si se opta por versiones sin azúcar y sin colorantes artificiales. Es una opción hidratante, ya que en su mayor parte está compuesta por agua, y también puede ser una excelente herramienta para calmar la ansiedad por dulces.
Cómo preparar gelatina paso a paso
Ingredientes:
- 1 sobre de gelatina en polvo (del sabor que prefieras)
- 1 litro de agua (dividido en 2 partes: caliente y fría)
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Hierve ½ litro de agua.
Lleva al fuego medio hasta que llegue a punto de ebullición. -
Disuelve la gelatina en el agua caliente.
Vierte el contenido del sobre en un recipiente y agrégale el agua recién hervida. Remueve bien hasta que no queden grumos. -
Agrega ½ litro de agua fría.
Incorpora el agua fría a la mezcla y vuelve a revolver. Esto ayudará a que cuaje más rápido. -
Vierte en moldes o recipientes individuales.
Puedes usar vasos, tazas, moldes de silicona o un tupper grande, según prefieras. -
Refrigera por 3 a 4 horas.
Lleva a la nevera y espera hasta que la gelatina esté completamente firme.