ASALTO EN LA VÍA (I)

Desde que empecé a escribir estas columnas (hace más de dos años) siempre concluyo mis líneas con un mensaje esperanzador y el clásico… Sigo en la vía. Hoy, lamentablemente, tengo que denunciar un sistema de recaudo edil que casi linda en lo delictivo por parte de terceros que prestan servicios al distrito sanmartiniano. Esta denuncia lo hago pública pensando en mis colegas y la afectación que puedan tener si no leen lo que a mí me pasó.

Jueves (10 a.m.) Como usualmente hago, paso por transitadas vías y en esta ocasión me desplazaba por la Av. Eduardo de Habich. Conducía de lo más tranquilo cuando de pronto recuerdo que tenía que comprar una pastilla antigripal. Ya que estaba por la zona de las farmacias, opté por estacionar, puse luces intermitented y fuíe rápido a comprar la pastilla.

No fueron ni tres minutos que transcurrieron. Cuando estoy pagando em caja noto que aparece súbitamente una grúa contratada por la municipalidad de SMP. Tal fue mi asombro al verla que dejé la bolsa de las pastillas y fui a hablar con los operadores de la grúa. Aún no habían enganchado mi auto por eso supuse que el incidente se iba a solucionar… pero no fue así.

Los dos sunetos que manejaban el pesado vehículo parecían autómatas, incluso uno de ellos tenía auriculares para no escuchar reclamos. Lógicamente les increpé su actitud ya que yo estaba frente de mi auto.

No entendían razones (luego supe por qué) ellos siguieron con sus maniobras de enganche sin decir palabra alguna y lógicamente mi reacción inmediata fue subirme a mi unidad de manera desesperada en búsqueda de mi celular y documentos. En esta acción lamentablemente me golpée con la esquina de la puerta metálica mi vista izquierda. El impacto fue tan fuerte que empecé a sangrar. En ese momento busco una toalla limpia para contener el flujo de sangre.

En esta desesperación y ya con el ojo izquierdo completamente tapado observó con la vista derecha que el copiloto de la grúa se da cuenta del hecho y frena.

Me hizo señas para que vaya a su encuentro y la verdad que el dolor era tan fuerte y la preocupación de que mi vista (herramienta de trabajo como diseñador y conductor) se viera afectada estaba por abandonar mi vehículo para irme al hospital de urgencia.

En vista de que seguían detenidos y con la esperanza de siquiera se dignaran en auxiliarme con su botiquín salí de unidad y me fui, tapándome la vista, hacia su encuentro. Uno de ellos me dijo en tono sarcástico que utilice este percance con la vista para que “ME HAGAN UN DESCUENTO”. Yo tomé esta recomendación como una burla. Yo no quería ningún tipo de ayuda, solo quería que me auxilien por humanidad. Pero eran tan “animales” estos sujetos que hicieron el ademán de avanzar y dejarme en la pista. Así como lo leen. Esto lógicamente me enfureció y estuve a punto de subirme, así accidentado como estaba, para increparles de manera distinta tamaña desconsideración y falta de humanidad.

Yo les pedía hablar con su superior, pensando que era un operativo de tránsito, pero me recalcaron con sorna que llame al alcalde Julio Chávez…

(Esta denuncia continuará)

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