ALIMENTOS PARA LA CIRCULACIÓN SANGUÍNEA
La circulación sanguínea es la que lleva la vida y la renovación vital a todo el organismo. Si ella está en perfecto estado, se puede decir que se ha dado un paso adelante en lo que es el estado saludable.
Cada órgano necesita nutrientes proporcionados por los alimentos, el aire y el agua, siendo la sangre el vehículo que lleva a cada uno de ellos lo que precisan para realizar sus actividades y relacionarse entre ellos como una perfecta maquinaria.
Cuando un órgano o parte del cuerpo está dañada altera la función de otro, de esta manera se perturba el equilibrio que conocemos como armonía vital. Ciertas frutas y verduras así como extractos de cortezas y vainas favorecen una buena circulación sanguínea al ayudar a disolver los depósitos de grasas que endurecen las arterias.
ALIMENTOS
Frutas cítricas como limón, naranja, mandarina.- Se recomienda consumir los cítricos con los gajos enteros, ya que el hollejo blanco que recubre cada gajo es rico en rutina, una sustancia que beneficia la circulación. La pulpa contiene vitamina C que ayuda a la síntesis del colágeno.
Ajo y cebolla.- Son ricos en azufre que interviene en la síntesis del colágeno y la queratina (presente en la piel), combate los radicales libres y participa en la regeneración celular.
Semillas de sésamo y yogures.- Son ricos en calcio que cumple una función importante actuando en los mecanismos de contracción y relajación muscular, manteniendo el ritmo circulatorio y mejorando la coagulación sanguínea.
Melón, fresas frambuesas, albaricoque y rábano.- Son alimentos que contienen antioxidantes que permiten mejorar la circulación de la sangre al bloquear la formación de placa de grasa en las arterias.
RECETA
El rábano facilita la circulación sanguínea al poseer propiedades antioxidantes y reducir el colesterol.
Ingredientes
2 rábanos picantes medianos
3 zanahorias
1 vaso de agua
Preparación
Lavar todos los ingredientes. Luego, rallar los rábanos y picar las zanahorias. Poner los ingredientes en la licuadora y licuar hasta que desaparezca los grumos. Tomar un vaso sin colar tres veces por semana.
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