VENTANILLA: OTRO ‘MONSTRUO’ ABUSÓ A DOS HERMANITAS Y LAS INFECTA CON VIH

Parados frente a la sede de la Depincri de Ventanilla, vecinos del A.H. Keiko Fujimori exigieron a las autoridades la máxima sanción para Juan Carlos Saavedra Jaimes.

“Cadena perpetua. Eso se merece. Este hombre no tiene perdón. Debería haber pena de muerte para malditos como este”, gritaba a voz en cuello una mujer, sin poder ocultar su indignación.

El reclamo era el epílogo de la terrible historia que el hombre de 49 años, hizo vivir a dos niñas de 13 y 11 años, hijas de su actual conviviente.

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DENUNCIA

Cansada de la pesadilla que constantemente vivía, una de las menores acudió a su tía materna y le reveló los abusos sexuales de los que ella y su hermana eran víctimas desde hace dos años.

Tras la denuncia en la comisaría de Pachacútec, ubicado en Ventanilla, la policía se apresuró en detener al presunto agresor a quien los vecinos de las niñas, pretendían linchar.

Pero horas después, el resultado de las pruebas médicas a las menores despertaría aún más la indignación popular.

El sujeto era portador del VIH, y había contagiado el mal a sus víctimas durante sus constantes abusos.

Se sabe que este y su conviviente son pacientes que reciben retrovirales en la posta medica de la zona. El contagió también a la mujer.

EN PANDEMIA

Saavedra Jaimes llegó a la vida de las niñas hace cuatro años. La madre de estas lo metió en su casa sin saber que tiempo después, les destruiría el futuro.

Era un desocupado que no se preocupaba por buscar empleo. Entonces era su pareja quien paraba la olla vendiendo comida en la calle, pese a su deficiencia cognitiva y problema de lenguaje.

Aprovechaba que se quedaba solo con las menores para abusar de ellas. Lo hizo durante toda la pandemia hasta que sus víctimas lo denunciaron el pasado fin de semana.

ESTUVO PRESO

Juan Carlos Saavedra había sido en el 2007 sentenciado por vulnerar a otra menor. En el 2018, apenas con semanas de llegado a la casa de las niñas, se metió en su cama y le realizó tocamientos indebidos a una de ellas.

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Aquella vez, la denuncia en la comisaría de Pachacútec no prosperó. Pesó más las deficiencias de lenguaje de la progenitora y Saavedra fue liberado.

El Poder Judicial dictó nueve meses de prisión preventiva para el sujeto, quien, según el abogado penalista Mario Javier Arribas, merece la cadena perpetua dada la gravedad del delito cometido.

“El agresor está con nueve meses de prisión preventiva a cargo del INPE. Esperamos que hagan rápido las diligencias correspondientes para que tenga una pena ejemplar de cadena perpetua, como corresponde”, manifestó. Las menores han quedado bajo la custodia de su tía materna.

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