SEGÚN UN EXPERTO FRANCÉS, “LAS OLAS DE COVID-19 SON CADA VEZ MÁS IMPACTANTES”

¿Los toque de queda son efectivos o un paliativo? ¿Es inevitable ir hacia nuevas estrategias de cuarentena? Ante las nuevas variantes que se están extendiendo en el mundo, las que producen una aceleración en el aumento de la propagación del COVID-19, los toques de queda o confinamientos se proyectan para los próximos meses del año, más allá de los planes de vacunación encarados con mayor o menor velocidad.

Es inevitable, incluso con restricciones y cierres más o menos severos, que un país sea inmune frente a la llegada de nuevas variantes. Así lo adelanta el infectólogo Gilles Pialoux, una autoridad médica en Francia, quien asegura que pueden extenderse en otros países situaciones idénticas a las que enfrenta el Reino Unido en la medida que se propaguen nuevas cepas.

Jefe del departamento de enfermedades infecciosas del Hospital Tenon de París, conversó con Infobae en la capital francesa, y explica que era “sabido muy bien que a mediados de enero íbamos a tener las consecuencias de confinamientos ligeros. Es mecánico”, aludiendo a las restricciones leves decididas para posibilitar las celebraciones de fin de año.

Analizando los datos de Francia, uno de los países mas afectados por el coronavirus, el infectólogo sostuvo que “la primera ola, fueron 30.000 muertes, la segunda ola, 30.000 muertes, pero mejoramos la atención. Disminuimos la mortalidad en cuidados intensivos. Entonces, eso significa que en última instancia, las olas son cada vez más impactantes“.

El temor de un estancamiento con altos números de contagios, situación que se está registrando en varios países, es otro punto de preocupación de Gilles Pialoux. El médico, uno de los más consultados por la prensa francesa, sostuvo: “Evidentemente, estamos muy preocupados por la llegada de una tercera ola a una meseta de alto nivel”

En cuanto a la eficacia de confinamientos versus toques de queda, planteos o disyuntivas que discuten las autoridades sanitarias mundiales por estas horas, sostuvo que es “difícil comparar estrategias para reducir la circulación de Sars-Cov-2 en la población de un método a otro y de un país a otro. Y en particular para comparar la efectiva efectividad de la contención y los diferentes toques de queda”.

“En Francia, probamos dos tipos de confinamientos y diferentes toques de queda más o menos extensos en los dos ejes temporo-espaciales. Lo que está claro es que, como subraya el análisis del equipo de Arnaud Fontanet en el Institut Pasteur, el confinamiento de la primera versión fue extremadamente efectivo en la reducción del índice R, es decir, la tasa de transmisión, que arrancó en 3 para llegar al 0,7, además de una la reducción de la presión de hospitalaria y también en cuidados intensivos”, explica.

¿Los toques de queda son efectivos? Para el jefe del Hospital Tenon, centro de referencia en París, “sabemos que el efecto de esta medida que se implementó gradualmente en Francia a partir del 17 de octubre y se extendió a 54 departamentos y una colectividad de ultramar, el toque de queda tuvo un efecto más modesto”.

Con una restricción de movimiento que se extiende desde el sábado, ahora en todo el país desde las 18 horas y no las 20, el infectólogo prefiere mantenerse cauto con respecto a especulaciones sobre sus resultados. “Actualmente está en análisis”, sostiene.

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Para Pialoux, la efectividad de los toques de queda dependen “de las formas de confinamiento y restricciones, y a las medidas coercitivas o no como las regiones, poblaciones y países los impongan”.

Las medidas, como las limitaciones horarias o confinamiento parcial o total para evitar la explosión de marcadores, sobre los que se dictan actualmente las políticas públicas en Francia y en varios países, deben estar relacionadas a las tasas para evaluar sus rendimientos e incidencia de contagios.

Actualmente varios países se encuentran en una situación de meseta con una fase ascendente, el equivalente a un “falso giro” en una bicicleta. Esta visión debe ser revisada por completo con la circulación de variantes, en particular con la cepa inglesa y la variante sudafricana que aumentan considerablemente el contagio entre un 50% y un 70%, pudiendo así producir una aceleración de la transmisión y por ende escenarios de decisión de contenciones o toques de queda.

¿Cuál será la estrategia que controlará el virus? Para el infectólogo no solo dependerá de las restricciones. Las medidas de barrera asociadas, estrategias de stop and go con toque de queda o confinamientos, una estrategia de cribado y aislamiento adaptadas a la circulación del virus y mutaciones, más la aceleración del proceso de vacunación para obtener la inmunidad colectiva lo más rápido posible, son la respuesta.

La preocupación por las variantes

La mutación británica, que se encuentra hoy en el 1,3% al 1,4% de las pruebas positivas para COVID-19, debería dominar en dos o tres meses en Francia. “Es un cambio inevitable”, explica el profesor Bruno Lina, quien coordina el mapeo de su circulación a nivel nacional. La proyección es algo que podría ocurrir en otros países del mundo.

“Todas las medidas que tomemos no eliminarán la mutación británica que sustituirá al virus actual” , prosiguió el profesor de virología del CHU de Lyon, director del Centro Nacional de Referencia de virus infecciosos respiratorios del hospital. de la Croix-Rousse e investigador del Centro Internacional de Investigación de Enfermedades Infecciosas.

Para los expertos este escenario es inevitable. El desafío para la comunidad médica es que ocurra sin costo para la salud pública. “Al perseguir gestos de barrera, máscaras, distanciamiento y vacunación, en primer lugar de los más frágiles, esto reducirá su dinámica“, apunta Lima.

La nueva variante de Brasil también ha puesto a las autoridades sanitarias mundiales en alerta. Incluso anticipó el cierre de fronteras del Reino Unido, situación que podría decidir en Alemania en las próximas horas.

Para ser tranquilizadores, los virólogos centran el desafío en “la gestión de la epidemia”. Los resultados de “las últimas encuestas flash » revelan los movimientos más ligeros de estas variantes, aunque también un control posible si las medidas sanitarias se mueven con rapidez, determinación e inteligencia.

Finalmente, la gran estrategia será la eficacia y unanimidad de gestión sanitaria y de vacunación. Para Pialoux, los primeros retrasos en las campañas de inoculación tienen múltiples factores: la presión de antivacunas, la desconfianza en las vacunas en general (una especificidad bastante francesa), demora en la toma de decisiones en comparación con los datos epidemiológicos que son elementos que se han movido desde entonces y que normalmente deberían influir en la priorización del acceso a las vacunas de ARN. También hay que derrotar “una burocracia que poco tiene en cuenta la viabilidad de las decisiones”.

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