QUINTO PRINCIPIO ESPIRITUAL: RITMO

El quinto Principio denominado «Ritmo» nos enseña que, así como hay un movimiento de ida, existe una de vuelta, un flujo y reflujo, un movimiento oscilante semejante a un péndulo que se manifiesta entre los dos polos de cada uno de los planos físico, mental y espiritual. Este principio está muy relacionado con el principio de polaridad. El ritmo se manifiesta entre los dos polos de las cosas, aunque no significa que la oscilación vaya hasta los extremos de cada polo, aun que puede ocurrir en escasas ocasiones. La oscilación siempre es de un polo a otro. Es decir, siempre hay un avance y un retroceso, una elevación y un bajón, que se manifiesta en todo el universo. De forma gráfica podemos entenderlo imaginando un espiral con tendencia creciente, que sube y luego se retrae para volver a subir.

En el plano espiritual, el TODO se ve como una emanación, seguida de una absorción, lo que llaman “la respiración y la aspiración de Brahma”. Para los hindúes, el TODO o Divinidad tiene tres manifestaciones: Brahma, el que crea; Vishnu, el que ordena y construye; y, Krishna, el que destruye para volver a crear. Este ciclo en los seres vivos se manifiesta, en lo que los vedas llaman la rueda de la vida o Samsara y que comprende el ciclo del nacimiento (crea), crece y madura (ordena), decae y muere (destruye) para volver a nacer e iniciar el ciclo nuevamente. Independientemente de si crees en la reencarnación, podemos observar que este ciclo se da en toda la manifestación de la vida, por ejemplo, un bebé muere y renace como niño, el niño muere y renace como adolescente, el adolescente mueres para renacer en adulto y así sucesivamente, siempre estamos cerrando ciclos (muerte), para dar inicio a uno nuevo (renacer). En el plano físico, observamos que el invierno sigue del verano, y luego el verano muere para nuevamente dar paso al invierno. De manera similar, el día sigue de la noche, y luego el día mueren para dar paso nuevamente a la noche, dándose la oscilación de regreso. En todos los planos, se dan estas tres manifestaciones. Lo mismo sucede con todas las cosas: oscilan de la acción a la reacción, del nacimiento a la muerte, de la actividad a la inactividad, y de nuevo comienza el ciclo. La oscilación pendular es evidente.

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La ciencia reconoce este principio y lo considera de aplicación universal en el plano material. Los herméticos, enseñan la aplicación de este principio en los otros dos grandes planos, el mental y el espiritual. En el plano mental, la oscilación se produce entre emociones o estados de ánimo, por ejemplo, luego de un período de tristeza o pesadumbre, pasamos a otro lleno de satisfacción y alegría. A veces estos cambios de ánimo se dan en el mismo día; en un momento te sientes optimista, y al rato, te puedes sentir triste o preocupado. La vida no es eterna alegría o eterna tristeza, siempre oscilamos de un polo a otro. La sabiduría popular, sabe que en la vida todo es transitorio, ningún estado de ánimo es permanente, todo es cíclico. Por ejemplo, si estamos viviendo una situación penosa, sabemos que eso va a pasar, de manera similar, si vivimos un momento de crecimiento económico, sabemos que eso también va a pasar, por lo que aprovechamos el auge ahorrando o invirtiendo parte de ese dinero para estar cubiertos. En el plano espiritual, la oscilación se da de las decisiones conscientes a aquellas que realizamos de forma inconsciente. La naturaleza nos recuerda este movimiento rítmico de muchas maneras, el latir de nuestro corazón, la respiración, las olas del mar, el cambio de las estaciones, el día y la noche.

Los Maestros Herméticos descubrieron que había dos planos generales de conciencia, el Inferior y el Superior, y el elevarse al plano superior, permite escaparse de la oscilación del péndulo rítmico, que se manifestaba en el plano inferior. En otras palabras, la oscilación del péndulo se produce en el plano inconsciente. El movimiento pendular se reduce en la medida en que nos elevamos espiritualmente y se termina cuando nos hallamos en el terreno del Espíritu. Es entonces cuando se alcanza el estado de dicha constante y paz. Te das cuenta cuando puedes estar con o sin pareja, dinero, bienes materiales y te sientes bien, no te sientes afectado o perturbado, sigues siendo feliz.

El próximo domingo seguiremos con la saga de las leyes espirituales, hablaremos del principio de causa y efecto, ¡no te lo puedes perder!

Carmen Lescano Silva

Profesora de Yoga, Ayurveda

Coach Ontológica.

Clescanos2019@gmail.com

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