EL RESENTIMIENTO ES ESTANCAMIENTO Y CREA INFELICIDAD

Me gustaría iniciar este articulo determinando el origen etimológico de la palabra “resentimiento”. Es un vocablo que procede del latín y es fruto de la suma de tres vocablos latinos: el prefijo “re-“, que es sinónimo de “repetición”; el verbo “sentiré”, que es equivalente a “sentir”, y el sufijo “–miento”, que puede traducirse como “medio”. Uniendo los tres vocablos, vemos que sería un “medio para repetir lo que sentir”. Revisando esta definición es fácil comprender porque el resentir genera infelicidad, ya que es volver a sentir la cólera y tristeza que un evento nos generó en un momento especifico del tiempo, pero que nosotros repetimos una y otra vez como si recién sucediera.

El resentimiento es una condición muy infeliz, más para un mismo que lo genera que para los demás ajenos a la situación, pues, por la Ley de la unicidad o del Circulo, todo lo que uno irradia (vibra es enviar información al universo), lo que graba adentro, se proyecta hacia afuera, hace su recorrido alimentándose de pensamientos afines y luego regresa, multiplicado, a la conciencia de su creador, envenenando su morada que es la mente y el cuerpo. Es sabido que el resentimiento amarga la vida, envejece y enferma.

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 ¿Qué hacer entonces? cualquier rencor contra personas, condiciones o cosas, que se haya grabado adentro, debe ser transmutado, porque no se puede progresar espiritualmente con resentimiento en el corazón. Esto paraliza, estanca y es por la siguiente razón: El resentimiento viene siendo una forma menor de odio y en él, hay absoluta falta de amor, además de una actitud mental crítica y de condenación. Todo aquel que enjuicia en negativo lo hace por falta de comprensión, de tolerancia y amor. Si el resentimiento lo comparamos con un avispero, cuando se forma uno, hay peligro, pues estos insectos se meten por todas partes, invaden el hogar y atacan sorpresivamente, creando dificultades. Nadie tiene control sobre un avispero y sus consecuencias, a menos que se extermine totalmente. Así sucede con el resentimiento: ¡hay que quitarlo de raíz! lo cual solo se logra con la transmutación. Se dan ciertos casos en que personas rencorosas se han hecho ricas y viven con ciertas comodidades materiales; pero, adentro, están amargadas, insatisfechas y su vida espiritual no ha florecido. La luz no puede expresarse bien cuando permitimos que una habitación se llene de humo negro el cual se imprime en las paredes y afea todo. ¡Ten presente siempre la paz interior es no negociable!!, no la cambies por nada.

Las personas que siguen las leyes de la metafísica, saben que deben mirar hacia adentro, no auto disculparnos por nada y, decididamente, si sabemos que allí hay resentimiento, transmutarlo de inmediato. Es preciso limpiar la mente, el corazón y el cuerpo de tales cosas. No pretendamos avanzar nada en un camino de luz si no acabamos con todos los rencores que vivan adentro. Ha de ser un trabajo firme, decidido y tenaz hasta terminar con la causa, núcleo, récord y memoria de tales condiciones. quien quiera acomodar su vida, quite todo rencor de su corazón y transmute, todo resentimiento oculto en el inconsciente. Es preciso comprender y perdonar, perdonarse uno a si mismo también y todo lo que precise nuestro perdón.

 Muchas personas culpan a la vida de su infelicidad y falta de «suerte». Hay también quienes creen que la ciudad, el país donde viven tiene la culpa de su mediocridad o de que no hayan podido progresar. Otros culpan al trabajo, a los jefes y compañeros «que los odian o envidian» y hasta es posible culpar a objetos, a cosas materiales por las desdichas personales. Esta actitud mental constituye una grave equivocación, no resuelve nada y siempre empeora las cosas. Hay que comprender que solo uno mismo es el único culpable de sus propios problemas y dificultades a causa de sus errores, falsos conceptos y creencias (equivocada posición mental). Difícilmente prosperan las personas que así actúan, porque, en el fondo de su corazón, hay un sentimiento de rencor que les envenena la vida.

Cada individuo debe agradecer a la vida las múltiples oportunidades y bendiciones que ella le brinda. Tú decides cómo quieres ver tu vida, desde lo que te falta (cólera, angustia, escases) o desde lo que ya tienes (abundancia, paz, gozo), y por lo que debes estar agradecido. ¡Ojo!!  estar agradecido de lo que ya tienes, no significa que no sigas trabajando en ti para mejorar y seguir creciendo espiritual y materialmente. Recuerda primero se crece espiritualmente (desde el Ser, luego se materializa, es decir viene el Hacer y Tener). Ser espiritual es un proceso en el cual reconoces y aceptas que eres parte de la abundancia del Universo y eso viene a tu vida, es disfrutar de lo que ya eres parte y aceptas o fluyen en ella.  El rencor contra la Vida, al culparla de alguna condición infeliz, constituye una grave violación a la Ley y crea siempre una situación karmatica, porque es un escape fácil a aceptar tu responsabilidad de mirar tu interior y trabajar en ti. Nunca habrá felicidad para los individuos que así piensan. La Vida hay que bendecirla continuamente, pues constituye un regalo valioso y nunca es culpable de la desgracia o infelicidad de nadie. La vida es una gran maestra que con mucho amor y paciencia te muestra lo que debes trabajar en ti para mejorar y crecer, para entrar en armonía con la abundancia del Universo y puedas disfrutar de todo lo que Dios quiere regalarte.

Recuerda hoy es el mejor día de tu vida para empezar a perdonar y perdonarte, y generar un cambio en tu vida. Y no olvides agradecerle a la vida que te dio esa nueva oportunidad hoy, porque hoy puedes respirar, hoy has podido abrir los ojos y ver el sol, hoy puedes escuchar, hoy puedes caminar, hoy puedes hablar, hoy puedes decidir. Que tengas un feliz y bendecido domingo de ramos.

 Carmen Lescano Silva

 Profesora de Yoga, Ayurveda,Coach ontológica.

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