A MI POLICÍA NACIONAL

Muchas veces la PNP es sujeta a cuestionamientos por malos elementos en su institución, pero también los hay de los buenos, de aquellos que se han hecho policías por vocación, a continuación, el sustento de mi afirmación.

Viernes 9.00 a.m. Venía transitando por la Av. Faucett y al llegar al cruce con Morales Duárez veo que un inmenso tráiler se quedó cruzado en plena intersección originando un tráfico mayúsculo. Venía por el carril izquierdo una ambulancia lo cual provocó que la agente que dirigía el tránsito bajara de su puesto de vigía y fuera corriendo hacia el chofer del camión.

Era claro que no fue a saludarlo, sino a increparle el por qué se había quedado atravesado habiéndole indicado que avance. No pasaron ni 10 segundos y el inmenso tráiler empezó a avanzar. La señorita policía vino satisfecha de su labor y siguió dirigiendo el desplazamiento de vehículos.

En mi camino pasé por la Av. José Granda y frente al colegio del mismo nombre. Era muy reconfortante ver cómo tres agentes policiales, muy jóvenes ellos, cogían del brazo a unos ancianos para llevarlos a vacunar. Ellos fueron hasta la puerta del taxi a cumplir con ese gesto que los ennoblece. ¡Bien!

Avanzo en mi ruta y llegó al cruce de la Av. Lima y Av. Universitaria y se dio un panorama muy similar al ocurrido en la Av. Faucett.

Estaba bastante congestionada la Av. Universitaria y cambia la luz a rojo. En el carril derecho venía un camión bastante largo y no tuvo mejor idea que avanzar y quedarse cruzado en plena intersección. Al instante aparece una camioneta de la policía que bocina en mano dijo estas enérgicas palabras:

“Ese chofer del camión, ¿dónde ha sacado su brevete? En Azángaro seguro. RETROCEDA de inmediato RETROCEDA. ¿No ve que está cerrando la circulacíon?, ¡caramba!

Fue tan enérgico el reclamo por altavoz que en instantes bajó el ayudante del chofer de cabina y movió los brazos como indicando: espere, jefe, espere. y empezó a dar indicaciones al chofer para que retroceda. Al dejar un espacio más amplio para avanzar todos nos enfilamos por ese caminito para salir del paso.

Al retroceder vi que la camioneta de la Policía se aparcó al costado del camión y empezó a pedirle documentos al chofer. Era seguro que le cayó su amonestación.

En un solo día vi tres casos en la cual la Policía Nacional reaccionó a tiempo y cumplió a cabalidad sus funciones: servir al ciudadano. Hay esperanzas de un futuro mejor con efectivos como éstos. Dios los proteja y desde esta columna mis parabienes al nuevo gobierno para el bien del Perú… Sigo en la vía.

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